⚔Capítulo 2⚔

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La mujer dio un paso al frente y Nira uno hacia atrás.

—¿Qué quieres de mí? —preguntó la princesa.

—Te necesito a ti. Y debemos irnos ahora.

—¿Por qué?

La mujer de ojos oscuros suspiró rodando los ojos.

—Creo que no has mirado las estrellas últimamente —dijo caminando despacio por toda la tienda—. Y creo que sabes por qué te necesito —añadió mirando el pecho de Nira.

La princesa se movió incómoda y puso una mano en su pecho.

—No, no lo sé —dijo—. Creo que no soy la persona que busca.

—¿Eso crees?

La mujer ladeó un poco la cabeza antes de caminar hacia la chica. Nira retrocedió hasta que su espalda tocó la tela de la tienda. Cuando la mujer estuvo a unos centímetros de su cara, Nira pudo ver mejor sus ojos fríos pero relajados. La extraña llevó su mano al cuello de la camisa de la princesa y lo bajó un poco. Con el dedo pulgar acarició su pecho.

—Ahí está.

Nira se puso roja. La mujer no quitó sus ojos de la marca retorcida con la forma parecida a un ala de dragón. La marca con la que la princesa había nacido. La mujer retrocedió y Nira se arregló la camisa.

—Una estrella azul está comenzando a brillar, apenas una chispa —dijo dándole la espalda y asomándose fuera de la tienda—. Un nuevo dragón blanco llegó a este mundo, seguro aún es un huevo.

—¿Pero cómo? Se extinguieron hace mucho.

La mujer la miró con una ceja arqueada y volvió a mirar hacia afuera cuando respondió.

—Los huevos de dragón blanco tardan muchos años en desarrollarse. Seguro una madre lo puso antes de morir... antes de que todo se fuera a la mierda. Pero ahora... ahora tenemos esperanza. Si tú vienes conmigo nuestro reino será salvado.

—¿Tú irás en busca del último dragón blanco y quieres que yo te acompañe?

—¿No he sido ya bastante obvia? Eres la única persona que conozco con esa marca. Hace mucho tiempo había más personas como tú, personas que podían caminar al lado de los dragones sin ningún peligro y guiarlos. Los dragones blancos eran fieles a personas como tú. Por eso te necesito. El mundo te necesita.

Nira miró el suelo. No podía ir con esa mujer, ni siquiera sabía quién era ni a dónde la llevaría. Pero... el dragón blanco. Nira nunca había visto ninguna estrella azul. ¿Estaría diciendo la verdad?

—No iré —dijo en voz demasiado baja. Sintió a la mujer acercarse y luego poniendo una mano en su hombro.

—Lamento decirte que no estás en posición de elegir.

Nira la miró, temblando un poco.

—Yo soy la princesa.

—Y yo traigo las armas. Vendrás conmigo ahora, por las buenas.

—¿Por qué debe ser ahora? Debo hablar con mi padre, empacar cosas...

La mujer abrió la boca para responder, pero una estruendosa explosión se escuchó fuera de la tienda, luego personas gritando.

—Por eso. Princesa, si no vienes conmigo personas mucho peores vendrán por ti.

La respiración de Nira se agitó. Miró hacia la salida de la tienda, después a la mujer que la miraba con advertencia. Escuchó los gritos allá afuera y asintió.

Más allá del Mar Oscuro (Disponible en físico)Where stories live. Discover now