⚔Capítulo 27⚔

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—Necesito descansar —dijo Issej dejándose caer en el suelo.

Vil también se lanzó al suelo de una forma exagerada, como si no hubiera tenido descanso durante días.

—Gracias a los dioses —dijo mirando hacia el cielo.

Lyandreu resopló apoyándose en un árbol. Nira se sentó en el suelo y bebió agua de su odre. Ya se estaba acabando, debía tener cuidado de cuánto tomaba.

—Iré a asegurarme de que no haya peligros —dejó saber Hurson dejando su mochila.

—Yo iré a buscar algo de comer —dijo Lyandreu dándose la vuelta.

—No hace falta —la detuvo Vil—. Estuve recolectando algunas bayas.

El chico agarró una mochila y la abrió. Dentro había una cantidad considerable de frutos.

La mochila no era de él, sino de Melizza, quien no tenía una cara muy amistosa en esos momentos. Nira había estado cuando Vil le pidió unas cien veces que le prestara la mochila. La elfa solo se la dio para que cerrara la boca.

—No comeré nada que tú hayas tocado —respondió fríamente la asesina.

Vil se encogió de hombros.

—Más para mí.

Eso pareció irritar aún más a Lyandreu. Nira quiso intervenir antes de que hubiera un derramamiento de sangre.

—Yo te acompaño —pronunció poniéndose de pie.

—Con todo respeto, princesa, no creo que sea apropiado —expresó Melizza.

Nira enderezó los hombros, mostrando autoridad.

—No estaba pidiendo permiso.

Antes de que su cara comenzara a tornarse roja, la princesa pasó por el lado de Lyandreu.

—¿Vamos?

Melizza se quedó pasmada. La asesina sonrió y le siguió el paso a Nira.

—Parece que estás sacando a la princesa que llevas dentro —comentó Lyandreu cuando estaban lo suficientemente lejos de todos.

—¿Lo hice bien? —preguntó la princesa con cierto entusiasmo.

—Estás mejorando —le respondió la ladrona dándole dos palmadas en la cabeza.

Lyandreu se quitó el pañuelo de su cara y respiró el aire fresco. Caminaron durante unos minutos en silencio hasta que Nira habló.

—¿A dónde iremos después de Wulaus?

La asesina se encogió de hombros.

—Creo que es algo que tú deberías elegir.

Nira se quedó en silencio, pensando en sus palabras. Elegir el próximo destino del dragón blanco era una responsabilidad enorme. Supuso que como princesa de Arnac era su deber pensar primero en su gente. Pero, ¿cuántos reinos estarían dispuestos a formar una guerra con el fin de poseer al dragón solo para ellos? Nira estaba consciente de que cuando regresaran se podrían enfrentar a cualquier cosa. Y no sabía si estaba preparada para eso.

—Creo que podemos pensar en eso más tarde —terminó por decir.

—Eso si sobrevivimos.

—Lo haremos —dijo para intentar animar; pero, incluso para ella, esas palabras se escucharon dudosas.

Lyandreu continuó caminando sin darle mucha importancia. Se agachó frente a un arbusto que contenía algunos pequeños frutos. Agarró uno y lo observó por un largo momento. Luego lo lanzó a un lado.

Más allá del Mar Oscuro (Disponible en físico)Where stories live. Discover now