⚔Capítulo 22⚔

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La primera reacción de Vil fue clavar la daga en el pie del trol que tenía enfrente y echarse a correr.

—¡Corran! —gritó desapareciendo entre los árboles.

Cobarde, pensó Melizza.

Todos desenfundaron sus espadas y formaron una línea. Dejaron a la princesa fuera de la formación.

—No te metas en la pelea si no es necesario —le ordenó Lyandreu.

El primer trol se sacó la daga del pie y la lanzó lejos. Luego agarró una enorme roca y les gritó algo en un idioma extraño, que ninguno pudo comprender, y les lanzó el enorme objeto.

—¡Dispérsense! —advirtió la asesina.

Todos se movieron al mismo tiempo en que la roca colisionaba contra el suelo.

—Que alguien me cubra —pidió Melizza enfundando su espada.

La elfa extendió sus brazos hacia adelante y las cerró formando puños. El trol que estaba más cerca de ella comenzó a quedarse sin aire. Otro de los seres se acercó a ella para atacar. Issej la defendió. Blandió su espada, haciendo que el trol retrocediera un paso. Este respondió agarrando un árbol caído y golpeando a Issej. La chica salió disparada en el aire hasta chocar contra un árbol.

—¡Issej! —le llamó Melizza, pero no podía ir por ella. No ahora que estaba tan cerca de terminar con el trol.

El trol que poseía el árbol se rio de ella. Levantó el tronco, dispuesto a hacerle lo mismo que a la elfa anterior. Melizza cerró sus ojos con fuerza, aún sin permitirle respirar al trol que tenía cerca.

Antes de que el engendro le hiciera daño, Abdel clavó su espada en su pierna. El trol soltó el tronco rugiendo furioso. Melizza se concentró en asfixiar al que tenía de frente. A su lado, los demás también luchaban por librarse de la amenaza.

***

Esta era la primera vez que Lyandreu veía troles. Eso sí, ya había escuchado muchas historias de ellos gracias a piratas y otros hombres más que se encontraba en las tabernas. Aunque nunca pensó que serían tan feos.

Era emocionante enfrentarse a algo nuevo, a algo que se creía extinto.

Ella y Hurson ejercieron la estrategia que siempre los ayudaba a escapar de los líos en los que se metían. El pirata iba al frente, agitando su espada con agilidad. Esquivaba las enormes manos del trol que intentaba atraparlo. Sí, él era la distracción. Mientras, Lyandreu se acercó con sigilo a la espalda del trol. Ella era una sombra. Una sombra que traía muerte.

Desenfundó dos largas dagas y saltó a la espalda del trol. Este rugió cuando sintió las armas afiladas enterrarse en su piel. Lyandreu liberó una de las dagas y la clavó un poco más arriba. Luego hizo lo mismo con la otra, escalando. Utilizaba los hongos que el trol poseía en todo su cuerpo para apoyar sus pies. De esta forma logró llegar hasta el cuello y clavar ambas dagas ahí. El trol comenzó a moverse con brusquedad, dando fuertes pisadas que podrían aplastar a cualquiera. La estaba buscando con sus manos enormes, pero no la encontró. Lyandreu ya estaba en el suelo, con sus dagas llenas de sangre morada, alejándose de la robusta criatura. El grandulón terminó cayendo de espaldas.

Ella buscó a Hurson para ir por el próximo trol, sin embargo, él ya se había adelantado. El pirata y el hombre con el cabello hasta los hombros ya habían derribado a otro trol juntos. Enzo terminó con la criatura clavando la espada en su pecho.

Lyandreu frunció el ceño.

Se acercó al próximo trol ella sola. Ya solo faltaban tres.

El trol se agachó para atraparla. Ella pasó debajo de sus piernas; él se volteó en seguida. Lyandreu retrocedió unos cuantos pasos para poder observar bien al engendro y planear su próximo movimiento.

Más allá del Mar Oscuro (Disponible en físico)Where stories live. Discover now