Capítulo 2: Jai, Nani y Mali

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Al poner un pie en la Universidad, con Jai y Mali a mi lado, pude notar varias miradas curiosas pegarse a nosotros.

Miradas que, con el tiempo, nos habíamos acostumbrado a recibir.

Jai era uno de los chicos más requeridos de la Universidad, no solo porque fuese guapo, o cualquier otro adjetivo que se venga a tu mente y haga referencia a un cumplido sobre su cuerpo y rostro, sino también porque era uno de los jugadores de fútbol más conocidos, el capitán, quien llevaba el número diez en su camiseta amarilla. El mismo color que el logo del sol que se asomaba por el nombre de la Universidad Binich, antes de ingresar a la misma. Las personas morían por él, y convengamos que no solo mujeres se acercaban a Jai, ya que aquí, no era ningún secreto su bisexualidad.

Después estaba yo, quien según Mali, mi aura inspira a la del chico perfecto para estar de novio, el chico perfecto para presentar a tus padres y el chico perfecto en que podrías confiar para tener un futuro deseado. Y según ella, aquellos puntos, eran lo que provocaba que muchas mujeres se vean interesadas en mí, el problema aquí es que... Ya tengo a alguien en mente, quien siendo honesto, sería imposible quitar a esa persona del pedestal en que ya la he puesto.

Llegando al final estaba Mali. Es la menor, y según ella, entre los tres, es la menos interesante, pero junto con Jai creemos que es nuestra hermana pequeña y quien nos mantiene unidos. Su pasión por los idiomas es algo que nunca voy a entender, es por esa razón que, aunque había comenzado el mismo año que nosotros la Universidad, ya el año pasado, le habían otorgado una pasantía para irse a Estados Unidos, y convivir allí, con mi hermana menor, Tuara.

Ahora solo nos quedaban tres años juntos en esta Universidad, luego de esta etapa no podía presentir qué pasaría.

—¿Quieren un batido? —preguntó Jai, señalando la cafetería que había dentro del campus.

Ambos asentimos, con una mirada llena de complicidad e ingresamos los tres.

Venir a la cafetería era algo que solíamos hacer antes, cuando estábamos los tres aquí, cuando Mali se fue a EE.UU., cambió bastante, ya que aquello que compartíamos, era de los tres. Generalmente no salíamos de a dos solos, dejando a uno de lado, nos habíamos acostumbrado a que si íbamos a algún lado teníamos que ir los tres, y si alguno no quería... Bueno, siempre estaba la opción de llevarlo de los pies.

Es broma, es broma... ¿O no? Sí, es broma

Claramente, una de las cosas que primero debíamos de hacer, teniendo en cuenta que hacía un año no salíamos juntos, era venir a la cafetería antes de ingresar a clases.

Al llegar el aroma a café y comida casera nos recibió, mientras que unas mesas redondas y blancas nos invitaban a tomar asiento mientras Jai iba por nuestros batidos.

Al irse Jai, comencé a escribirle a alguien por mi teléfono celular, mientras sin notarlo una sonrisa de boca cerrada se había comenzado a formar en mi rostro.

—Todavía no le has dicho.

—Estaba esperando por ti, ¿cuándo lo haremos?—susurré, sentándome a su lado, mientras observaba a Jai, como si nos fuese a escuchar por más de que estuviese a tres metros de distancia.

La verdad no era que esperaba que Mali resolviera todos mis problemas, pero era mi mejor amiga, y si no le pedía ayuda a ella, ¿entonces a quién?

—Si no disimulas sospechará de que ocultas algo, y ya sabes lo insistente que es Jai cuando quiere estar dentro del chisme —se quejó, mientras yo sonreía negando, quitando mi libreta de dibujos para hacer algo mientras pasaba el tiempo.

—Estoy impaciente, mira si reacciona mal cuando le digamos todo.

—¿Todo? Yo te haré de soporte sentimental, tú ideaste el plan, tú le dirás tu secreto.

Amistad, descubrimiento y romanceWhere stories live. Discover now