Capítulo 19: Entre ilustraciones y películas de terror.

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TW: Puede contener escenas subidas de tono, no son +18, pero de todas formas se avisará con un (*) antes y después de que sucedan, por si alguien quiere saltearlas.

JAI.

Hacía largo tiempo que no me detenía a observarlo en detalle. Su piel pálida, su sonrisa que siempre debía de ser ladina, y sus ojos color miel en los que cualquiera podía perderse. Nani era hermoso y yo lo sabía, pero en este momento su expresión de sorpresa, causada por la confesión de que sabía que había dibujado a mi espalda, no causaba en mi nada más que ganas de reír por su expresión tan singular y tierna.

En realidad, en un principio no estaba del todo seguro que era la mía, pero debía de admitir que si comparabas las poses de mi foto de perfil, con su ilustración, ambas lucían casi idénticas. Así que sí, ambos nos llevamos una gran sorpresa. Pero yo una más grande.

Mi verdad era que... Nunca me había puesto a pensar en estas cosas, en quién dibuja mi nombre en sus hojas de clase, con corazones a sus costados, o en quien mira mis fotos tan seguido que puede dibujarlas así de perfectas. Pero en este caso todo era completamente distinto, porque venía de él, de Nani. Y me emocionaba, no sabía bien por qué, pero lo hacía.

La respuesta estaba ahí, tenía que estarlo. Pero todavía no sabía muy bien cuál era, podía ser por tantas cosas o por solo una... Quizás él me atraía más de lo que quería creer.

Al final Nani había aceptado ilustrarme, y no se lo permití hasta que mi matcha y una bebida para él, de fresas, como usualmente lo pide, estuvieran aquí.

Lo observé mientras dejaba su bebida en la mesa y me llevaba la mía hacia el sofá; su expresión denotaba seriedad mientras acomodaba las cosas para empezar a ilustrarme. Había quitado de una carpeta una de esas hojas lisas, anchas y medianamente grandes que solo utilizaba en algunas ocasiones cuando quería dibujar a detalle. Eso me hacía pensar en una cosa...

Nani realmente había estado deseando dibujarme todo este tiempo.

—¿A cuántas personas has dibujado?—pregunté, mientras me quitaba la camiseta sin que él se diera cuenta por lo absorto que se encontraba en sus lápices y papeles.

—No muchas, ya sabes que toda mi vida me he centrado en dibujar cosas que me parecen lindas. Pero cuando empecé a ir a clases para aprender sobre cuerpos me han hecho dibujar más frutas que otra cosa, ya que por lo básico se empieza —comentó con una sonrisa en su rostro, hasta dibujar un par de frutas le hacía ilusión—. Y luego a unos hombres que la profesora nos puso como modelos para aprender los pequeños detalles de la anatomía.

Asentí, escuchándolo con interés. Mientras notaba como dirigía el sorbete¹ de su bebida hacia sus labios, para luego relamerlos, otorgándoles así un brillo rojizos, a causa de que su lengua se había tintado mínimamente por el color de la bebida.

Le queda demasiado bien el brillo en sus labios.

¿Debería comprarle uno?

Jai, ¿en qué demonios piensas?

—¿Alguna vez te has sentido atraído hacia alguno de los modelos? —cuestioné genuinamente, tratando de dejar de pensar.

Negó, dándole otro sorbo a su bebida, aun sin notar mi presencia semi desnuda, lo cual me daba ganas de reír al imaginarme como reaccionaría en tan solo cuestión de segundos.

—¿O sea que soy tu primera vez?—pregunté en broma y él levantó la mirada, casi sabiendo que lo estaba queriendo molestar, pero en cuanto me vio semi desnudo escupió algo de su bebida.

Amistad, descubrimiento y romanceWhere stories live. Discover now