Amistad, descubrimiento y romance

Capítulo 8: Una confesión [parte 2]

¡Hola! Hoy hubo doble actualización, chequea que estés leyendo la parte correcta. Besitos y buena lectura.♡

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—Dime algo —pidió Jai, y al momento en que lo observé a sus ojos curiosos él sonrió de boca cerrada—. ¿Estabas ebrio? ¿Era simple curiosidad porque sabes que me gustan los hombres? O... ¿Morías por besarme?

Tragué con dificultad al escuchar la última pregunta.

¿Que si moría por besarlo? Soñaba con besarlo desde hace años.

Entonces me di cuenta que era ahora o nunca, que no ser honesto con él podría arruinarlo todo.

—Yo... Realmente quería hacerlo, y nunca te haría eso, no seas idiota.

Él se agachó delante de mí, y colocando la palma de sus manos en mis muslos suspiró con relajación, preparándose para su siguiente comentario.

—¿Te gustan los hombres? Mejor dicho, ¿cuál es tu sexualidad? —preguntó con seriedad en su mirada, aunque la misma transmitía tranquilidad y apoyo, su mirada inspiraba un sentimiento que calmaba a mi mente que no podía dejar de pensar.

—Espera —volvió a hablar, deteniéndose por unos segundos—, quizá no te gustan las etiquetas. Solo dime lo que quieras decirme, Nani. Después hablaremos de lo nuestro, creo que tu importas más ahora.

Sentí mi labio inferior temblar, y aunque un par de lágrimas querían escaparse por mis ojos, quienes observaban la mirada de tranquilidad en los de Jai, no lo hice. No lloré porque esto se sentía como si su comentario me hiciera un mimo al alma, uno que necesitaba después de haber guardado lo que sentía por miedo.

No debería sorprenderme por la pregunta, era obvio que iba a hacerla, pero se sentía tan extraño que alguien la hiciera en voz alta. Pero a la vez era tan lindo verlo preocupado por cada mínimo detalle que no pude evitar sonreír de boca cerrada.

—S-sí.

—¿Sí que?

—Jai —repliqué luego de dejar ir un suspiro.

Él sonrió de boca cerrada, observándome aun desde abajo. Expectante, mientras acomodaba su cabello detrás de su oreja, el cual se había colado por su rostro, impidiéndole observarme.

—No te voy a presionar, eso sería de tan mal gusto, estaría mal. Pero... Ya que me besaste necesito saberlo porque, ya sabes, tengo sentimientos. Necesito conocer tus intenciones. Solo dilo cuando estés listo.

Sentimientos.

¿Podría tener sentimientos hacia mí? No, no lo creo. Quizá sentimientos de confusión.

No se sentía como presión decírselo a alguien en quien confiaba tanto, se sentía tan correcto que no podía creer que nunca se lo haya dicho por miedo cuando Jai era de las personas más abiertas en cuanto a su sexualidad. Siempre lo había sido, siempre había querido decirlo como él, pero de cierto modo seguía huyéndole a la idea hasta que "me enamore", hasta que sea necesario decirlo.

—Realmente me gustan los hombres. Solo los hombres, para ser específico.

Él sonrió, tirando su cabeza hacia atrás y dejando ir un largo suspiro se incorporó y me abrazó. Sus brazos rodearon mi cintura y podía sentir su rostro en mi pecho, solo esperaba que no notase como mi corazón había comenzado a alterarse por su repentina cercanía. Su abrazo transmitía cariño, era de esos que me daba cuando discutía con mi padre, cuando me iba mal en algo o cuando algún bloqueo no me permitía continuar ilustrando, eran de esos abrazos repletos de preocupación pero que se daban para repararte, para unir tus piezas, para indicarte cuanto te apoyaría esa persona.