Capítulo 23: Si me besas...

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NANI

El viento fresco me recibió al salir de aquel sofocante lugar, en compás con el aroma a naturaleza, el cual llegó a mí rápidamente, proveniente de la plaza repleta de árboles que se encontraba frente al bar.

Aquel lugar era al que solíamos ir con Mali y Jai luego de que ella se pase de copas y necesite respirar aire fresco para volver a las habitaciones lo más sobria posible.

Mi mirada se centró en él, en su caminata vaga y cansada, acercándose a mí. Lo observé a los ojos, esos ojos caídos a causa del sueño en los mismos, esos que me encantaban, pero en ellos no había diversión. Claramente algo le había molestado.

No comprendía muy bien qué le sucedía o qué había hecho para que reaccione de esa forma.

Traté de recordar desde que se levantó de la mesa, hasta que llegué a la barra y me senté a su lado qué pude decir o hacer mal. Y si hice algo, no es una sorpresa que no lo sepa, después de todo, soy medio distraído...

¿Por qué miento?

Soy la persona más distraída del mundo.

Comencé a enumerar rápidamente las cosas que hice frente a él.

Cuando llegué a la barra él estaba actuando normal.

Cuando me senté a su lado él colocó su mano en mi pierna, eso es completamente normal. Bueno, lo era desde hoy, al menos.

¿Será que le molestó cuando le corrí la mirada porque me centré en como se le cayó toda la bebida encima a una de las meseras?

Quise hablar, pero en el momento en que abrí mi boca, mientras me apoyaba contra la pared, él comenzó a hablar:

-Yo... -dijo, mientras a paso lento se acercaba a mí.

El viento despeinó mínimamente los mechones sueltos de su coleta, en el momento en que sus dedos rozaron mínimamente mi cintura, para luego, posicionar sus manos en la misma, en el ínterin en que acercaba sus labios a mi cuello.

Podía sentir la calidez de los mismos cercana a mi piel anhelante por sentir su tacto.

-Estoy malditamente celoso -confesó en un musito, aquellas palabras llegaron a mi cuello, acompañadas de su respiración tibia, provocando en mi una respiración agitada.

Para que luego, Jai, besase el mismo.

Me quedé quieto en mi lugar, con la boca entreabierta, sin saber cómo reaccionar a sus palabras.

¿Jai celoso?

Mi corazón comenzó a palpitar mientras en mi mente se repetían aquellas palabras, que nunca en la vida había escuchado salir de sus labios.

-Realmente estoy celoso por ese idiota.

-Jai, ¿es broma?-cuestioné con una sonrisa, a lo cual él se alejó mínimamente, para subir sus manos de mi cintura, por mis brazos, hasta llegar a mi cuello.

-¿Crees que esta expresión de estúpido que tengo hace media hora es solo por hacerte una broma?

-Bueno, ya lo has hecho antes. No me sorprendería.

Él sonrió.

-Esta vez es en serio, Nani. Me dije a mí mismo que entendería si le aceptabas a Kiento la cita, supongo que no puedo ser fiel a mis pensamientos ahora.

Sonreí, ahora comprendiendo la situación.

-Jai -dije, subiendo mis manos a su rostro-. No le acepté la cita.

Amistad, descubrimiento y romanceOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz