Amistad, descubrimiento y romance

Capítulo 3: El chico en línea

Es gracioso, ¿no? Como las redes han cambiado al mundo hoy en día. Muchos conocen a personas con los mismos gustos que uno, otros a amistades que durarán un tiempo, pocos a sus próximos mejores amigos, y algunos, a sus sugar daddys/mommys. En mi caso no fue ninguna de las anteriores.

Por redes "conocí" a la persona en la que no puedo dejar de pensar.

Simplemente me deslice en sus mensajes por error, y allí comenzamos a hablar, por un estúpido emoji que mandé porque el celular se me trabó.
Si hubiera seguido el consejo de mi madre, si hubiera cambiado mi celular, quizá... Quizá no me hubiera pasado todo lo que vino después.

Creo que es momento de que empiece a contar todo desde un inicio.

(Días antes de que Mali
vuelva a la Universidad)

Una aplicación para citas, eso era lo que me había hecho descargar Mali. Quería que encuentre a mi persona especial, y que no me conozca por mi dinero o por mi familia. Entonces me hizo poner una foto de mí mismo con un cubrebocas y el cabello por el rostro. Lo único que se veía era mi nariz y, a duras penas, uno de mis ojos.

"—Te ves hermoso así, y no se nota que eres tú. Si alguien se enamora se enamorará más de tu hermosa personalidad. "recordé las palabras que me dijo Mali aquella vez, mientras ponía la foto de perfil y comenzaba a colocar un par de datos en el mismo. Me puso como sobrenombre Cir, parte de mi apellido, para evitar que alguien me reconozca.

La razón del sobrenombre era que, Danama, es un país conformado por una isla pequeña, ubicada al sur de China, una Isla en la que si vives en una ciudad es muy posible que todos te conozcan. Y la posibilidad de que te conozcan crece más cuando el nombre y el apellido de tu padre es reconocido en la mayor parte de Asia por sus negocios y dinero, el grandioso Cass Circe; la razón por la que muchos se interesaban más en mi dinero que en mí como persona, la razón por la que no me agradaba Mali sabía que esa, era una de las razones por las que permanecía solo.

La aplicación era variada, tenía de toda clase de personas, desde "solo sexo, chat +21", a "si sos hombre y de escorpio no me hables". Supongo que ese fue un mal día para el hombre de escorpio que se cruzó con ese perfil.

Para ser honesto, luego de pasar un día en esa aplicación la dejé de usar, era aburrida y las personas en ella o te insinuaban cosas, o te coqueteaba con frases que ni mi abuelo usaría. No fue hasta hace una semana que entré para deshacerme de mis datos y eliminarla, que sin querer...

Le hablé.

Su nombre era Yef.

Pensé que ese día eliminaría la app, realmente lo creía, pero en cambio, el destino tenía otras ideas, y digo destino, porque si no fue obra del mismo, entonces nada de lo que pasó después tendría sentido.

Allí empezamos a hablar y aunque fue de la peor manera, luego todo fue cambiando.

Yo:🤮

Yef:

Eso es lo que tú me provocas a mí.

Yo: 

¿Qué?

Respondí una vez que se destrabó mi celular, pero este no contestó.

Yo:

Yef, ¿no? Como te llames. Fue sin querer, mi celular de mierda se trabó.

Volví a mandar.