Capítulo 43, final: El fenómeno más hermoso

20.6K 1.8K 844
                                    

Canciones que utilicé para escribir este capítulo, y que me gustaría que escuchen. ♡

•Last first kiss - One Direction

•They don't know - One Direction
•A never ending story - Stray Kids.

•Darling - Seventeen

•Only - Lee Hi

×××

NANI

—La comida en este lugar es malditamente deliciosa —dijo Jai, comiendo calamar frito, cerrando sus ojos con placer ante los sabores que explotaron en su boca al dar algunos mordiscos.

—Te vas a atragantar —se quejó su hermano, mientras bebía algo de agua.

Los tres estábamos sentados, almorzando juntos. Ryuu y Koen habían venido a ver cómo habíamos llegado, pero también para darnos la bienvenida con algo de comida local. Agradecí haberme levantado temprano para guardar mi ropa en los cajones de ropa de la habitación, porque si llegaban a vernos como nos fuimos a dormir ayer tendría que haber explicado miles de cosas que, definitivamente, serían incómodas. Si bien no me importaría contarle a Ryuu sobre nosotros, decírselo al amigo de nuestras madres no era una buena opción, es más, ni siquiera estaba cerca del radar de las opciones.

Koen estaba sirviendo las últimas frituras mientras Ryuu, Jai y yo nos encontrábamos sentados alrededor de la mesada, comiendo algo.

Me acomodé en mi asiento, con algo de molestias en la parte baja de mi cintura, pero de todas formas continué comiendo.

—¿Entonces qué haces aquí, hermanito? —dijo Jai, ignorándolo.

—Necesitaba tiempo para mí —confesó, observando la fritura en su mano, luciendo pensativo.

Jai asintió.

—¿Y qué opinan en tu trabajo?

—Lo dejé.

Jai comenzó a toser al escuchar aquello, atragantándose con la comida.

—Te dijo que te atragantarías —dije riendo, mientras le daba unas palmadas en su espalda.

—¿Dejaste tu trabajo? Desquiciado.

Yo no pude evitar sonreír, desee, por unos instantes, tener su valentía.

—Sí, ahora venderé caracolas de mar.

—¿Estás de broma? —gritó Jai, generando que el amigo de nuestras madres se volteé para verlo.

Ese hombre ya estaba tan acostumbrado a nuestras estupideces desde niños pequeños que nada podría sorprenderlo a estas alturas.

—Sí, Jai. Por favor, ¿estas tonto últimamente?

Él le mostró su dedo del medio.

—Lo dijiste muy serio, contigo nunca se sabe. 

—La verdad es que sí, dejé mi trabajo, pero antes arreglé con Koen para tener trabajo lejos de donde vivía, él dijo que sí. Así que estoy trabajando en el bar por las noches y ayudando en lo que necesite por el día.

Amistad, descubrimiento y romanceOn viuen les histories. Descobreix ara