Capítulo 38: Sentimientos verdaderos

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Canciones recomendadas para este capítulo: 1. Enchanted - Taylor Swift (pueden ponerla desde un comienzo)
2

. Lover - Taylor Swift (pueden ponerla cuando vean el (*) )

×××

Actualidad.

Jai se sentó en la silla libre a mi lado, y sin apartar su mirada de mí señaló la fecha en la que se publicó.

No podía dejar de mirar la imagen, ni de pensar en lo manipulable que había sido. Le permití a una persona que conocía hacía unos meses controlar mis sentimientos y abusar de ellos.

Bajé mi cabeza, sin poder sostener más la mirada en la pantalla ni mucho menos en el rostro de Jai, porque mis ojos ahora se habían nublado en cuanto las lágrimas amenazaron con salir de los mismos.

No era él quien tenía que pedirme perdón, yo era el único que había tomado una mala y estúpida decisión.

Su mano tibia rozó mi mejilla, y con su dedo pulgar unos suaves y cálidos movimientos me otorgaron tranquilidad, paz.

—¿Sabes? —me llamó con aquella pregunta y subí mi rostro levemente, mientras me acurrucaba en su mano.

A través de mi cabello que caía sobre mi rostro, lo observé entre las hendiduras del mismo.

—No mentí cuando dije que no sabía nada de esa foto, no mentí porque ese beso que me dieron no fue con mi consentimiento, y no sabía que en ese entonces me habían sacado esa foto.

»Pero en el momento en que lo recordé solo bastó buscarla por todas las redes relacionadas a la Universidad. Posiblemente solo querían likes por tenerme en una de sus publicaciones, o..., ¿la verdad? No lo sé. Pero nunca había visto esa imagen hasta el día en que me la mostraste. Y créeme, yo nunca engañaría a alguien. Ni siquiera estando en una relación casual lo he hecho —comenzó a explicarse, mientras mordía la piel de sus labios. De mis ojos y ya sin poder controlarlas, unas lagrimas tibias comenzaron a caer—. ¿Podrías creerme, Nani? —indagó, mientras secaba una de ellas con su dedo gordo y acercaba su asiento más cercano al mío.

Yo asentí, y sin saber cómo reaccionar me levanté de mi asiento y me senté sobre él, abrazándolo. Su rostro se acurrucó en mi pecho y pude escuchar como sollozaba en susurros, al levantar su mirada y observarlo, en ella no solo habían lagrimas, sino una sonrisa de felicidad.

—Ahora, justo en este momento, tú abrazándome, sentado en mi regazo, fácilmente podría ser el momento más feliz de mi vida.

—No me perdones tan fácil, Jai.

—¿Eso es lo que quieres? ¿Que lo haga difícil? No te abrumes tanto, no fue completamente tu culpa, Kiento sabía lo que hacía y haría esa foto en nuestra relación.

Asentí.

—No merezco que me perdones así de fácil.

Jai sonrió, y agarrándome de la cintura me llevó hasta la cama, recostarme en ella, para luego subirse encima mío. Uno de sus brazos, al costado de mi cuerpo, hacia de soporte para que no ponga todo su peso sobre el mío, pero aún así, podía sentir como su piel cálida hacia contacto y rozaba a la mía.

—Entonces no lo haré —dijo mirándome a los ojos. La punta de los mechones de su cabello hicieron cosquillas en mis rostro. Jai mordió sus labios a la par en que su mirada se centraba en los míos—. Tendré que castigarte por lo que me has hecho.

Giré mis ojos, sonriendo.

—¿En serio? ¡Qué miedo! —fingí una expresión de horror.

Él sonrió para luego sentarse sobre mi y llevar sus manos hacia mis costillas y allí comenzar a hacerme cosquillas.

Amistad, descubrimiento y romanceOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz