Capítulo 18: ¿Netflix and chill? No es mi tipo.

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Nani

Su mano en mi pierna y ese maldito sentimiento que me acorrala y no me permite moverme. Puedo sentir mi respiración agitada, sé muy bien por la sonrisa ladina que decora el rostro de Jai, que él puede escucharla. Agitada, mi pecho subiendo y bajando aún más mientras su mano sube lentamente desde la parte inferior hasta la superior.

Sé que estoy mirando al profesor escribiendo en la pizarra, pero las palabras se distorsionan mientras los dedos largos de mi mejor amigo rodean el muslo de mi pierna izquierda, pero ahora continúan subiendo y cuando está a segundos de llegar a una de las zonas más sensibles de mi cuerpo, Jai me mira, sonriendo con clara diversión.

Al momento en que su mano estuvo a segundos de tocarme me levanté de golpe de la cama, la alarma que había puesto para despertarme e ilustrar sonaba sin parar.

Fue un maldito sueño.

Oh, genial, ahora estoy teniendo sueños eróticos con Jai, lo que me faltaba. Me toca la pierna y mi sistema de idiota se enciende.

Me acomodé en la cama con las sábanas crema fuera de lugar y arrugadas, poniendo mi mano bajo mi rostro, y al momento de girarme en la misma, una preciosa imagen del cielo me recibió al observar a través de mi ventana, las nubes anaranjadas y rosadas, a causa del sol escondiéndose a lo lejos, formaban una increíble vista del atardecer, el cual pronto le daría paso al cielo nocturno. Me centré en el mismo, mientras recordaba el rostro de Jai hoy al mediodía; lo conozco demasiado bien como para no saber que en el mismo no había rastro de felicidad al ver a Kiento, sabía que le caía mal, pero todavía no comprendía muy bien por qué. Sé muy bien que Kiento la cagó la otra noche mientras hacíamos la actividad, y todavía recuerdo con una sonrisa como Jai lo detuvo y este se quedó en sus casillas con solo unas palabras de parte de mi mejor amigo, pero supongo que Kiento simplemente no entendió a la perfección lo que trataba de expresar y la importancia que tenía aquello. Muchas personas ven el arte, cualquiera que sea, como un pasatiempo, yo también lo hago, pero eso no quita que también en un futuro me gustaría verme como el gran ilustrador que quiero llegar a ser, trabajando a medio tiempo de lo que amo, pero también apoyando a mi padre con los objetivos que tiene para con su empresa, porque al fin y al cabo, esa empresa en un futuro será una familiar, con papá, mamá, Tuara y yo.

Suspiré, dejando salir mi respiración pesada, repleta de angustia al recordar a mi padre.

No hemos vuelto a hablar, ni creo que él lo quiera hacer, sé que si viene a mí me encerrará en su oficina, me dará un sermón y probablemente, me quite la libreta de bocetos que lleve ese día en mi bolso, la mirará, se reirá, y con una voz arrogante dirá "Una familia nunca se mantendrá con tus dibujitos de infante". Sé que no, pero como nunca le ha interesado mi plan de vida nunca se ha enterado que no solo quiero ilustrar en mi futuro, solo quiero tener la oportunidad de seguir aprendiendo y cuando sea un adulto más responsable ver qué es lo que puedo hacer con ello.

Supongo que las personas que nos esforzamos en otras cosas que no sean negocios, no lo valemos, al menos no según él, y eso me hiere. Tengo otras expectativas en la vida, no me importa demasiado el dinero que él posee, no soy avaricioso, soy una persona con sueños que quiere llevarlos a la realidad, y no solo conformarse con los ideales que todos siguen.

Negué, volviendo a incorporarme en la cama, esta vez observando el techo solitario. No quería pensar en ello, ni mucho menos amargarme por mi padre cuando el día de ayer Jai me había dicho que quería empezar de cero.

Coloqué mis brazos detrás de la nuca, centrándome en la pared crema, decorada con algunas de mis ilustraciones, o al menos algunas de las que más me habían gustado. Una sonrisa tímida, casi efímera, se dibujó en mi rostro al recordar lo que había sucedido desde que salimos de la casa de Kiento, hasta hace unas horas, cuando su mano recorrió mi pierna.

Amistad, descubrimiento y romanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora