Capítulo 22: ¿Serán celos?

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NANI

—Me gustaría tener una cita contigo, ¿qué opinas? ¿Me darías esta oportunidad? —aseguró Kiento.

Al escuchar aquellas palabras el líquido que tenía Jai en su boca salió disparado hacia todas direcciones, acompañando al mismo con una gran carcajada, para nada actuada. En realidad le causaba gracia toda la situación, se le notaba muy claro.

Una sonrisa se escapó de mis labios mientras veía como el agua caía por sus labios y barbilla, pero a los segundos la misma se borró al notar que venía directo hacia mi, provocando que en un movimiento reflejo me moviera hacia atrás, algo que provocó que Kiento fuese quien recibiera gran parte del líquido escupido.

Bueno, al menos ya no tendría que bañarse.

Mali volteó a observarnos, confundida por toda la situación.

Quiso levantarse de su lugar, pero negué con la cabeza, asegurándole que todo estaba bien y ella volvió a su lugar, hablando nuevamente con sus amigas.

—Ya ves por qué quería decirlo en privado. Adivino, ahora necesito la aceptación del mejor amigo para llevarlo a una cita, ¿no? —se quejó Kiento, cruzándose de brazos, mientras su camiseta gris se ajustaba a sus brazos.

Jai negó con su cabeza, mientras se secaba con su camisa roja, provocando que su abdomen marcado se viese. Algunas miradas furtivas terminaron en el mismo, y no soy capaz de negar que la mía, también lo hizo.

En el momento en el que un flashback de mis manos sobre el mismo llegó a mi mente, fingí estar completamente bien, volteando mi mirada.

—No es un perro, no necesito darle permiso. Él decidirá.

Sonreí ante aquel comentario, pero cuando estaba por comenzar a hablar Jai continuó:

—Lo único que diría, y aconsejaría, es que él no se merece a alguien que menosprecie lo que ama—comentó Jai, mientras se levantaba para irse.

—Oh, entonces dime, ¿quién se lo merece? ¿Tú?—lo detuvo Kiento con aquellas palabras, mientras su mirada lo rebajaba.

Sí.

Pensé, pero no lo dije.

—Oigan—

Jai se acercó a él, generando que el rostro de Kiento quedase a centímetros de su abdomen, mientras lo observaba desde arriba provocando esa expresión de superioridad que coloca en su rostro solo cuando veía a sus rivales en un partido de fútbol.

—¿Yo? Probablemente no lo merezca —aseguró Jai, mirándome de reojo, para luego posar su mirada en Kiento—. O puede ser que si, ¿quién sabe? —cuestionó retóricamente, mientras una sonrisa de costado se le marcaba—. Pero eso solo lo decidirá él, no yo, ni mucho menos tú, que no conoces ni un cuarto de lo que es la personalidad de Nani —finalizó, y dándole unas palmadas en el hombro se fue hacia donde estaba Mali.

¿Acaso sabrá que cada vez que habla de mí de esa manera mi corazón se acelera como el de un niño enamorándose por primera vez? 

Una sonrisa se había formado en mi rostro y solo lo noté al ver a Kiento con una expresión neutra en su rostro, luego de escucharlo hablar.

—Creo que le gustas —asumió Kiento y negué con la cabeza, riendo mínimamente—, pero, a mí también me gustas, su problema es que no puede ser sincero y yo sí. Así que, ¿qué quieres hacer? ¿Esperar por que él se digne a ser honesto contigo o ir a una cita conmigo?

Tragué con dificultad, mientras una sonrisa forzada se formaba en mi rostro, sin saber muy bien cómo reaccionar o qué decir.

¿Realmente debería creerle? Me cuestioné, mientras observaba a Jai a la lejanía, mirándonos con el ceño algo fruncido el cual generaba que se vea hermoso.

Amistad, descubrimiento y romanceTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon