Capítulo 27: Una piscina puede guardar secretos

24.4K 2.8K 990
                                    

TW: Este capítulo puede contener lenguaje procaz, como también escenas subidas de tono, aunque no sean consideradas +18.

Estas escenas empiezan y terminan cuando vean esto ➡️ (*). En ese momento pueden poner la canción de arriba, K. FLAY - HIGH ENOUGH

****

Lo observé pensativo.

Sus ojos mínimamente rojizos, por las lágrimas que habían escapado de ellos, recorrían a mi rostro esperando por una respuesta concreta.

Nunca me había detenido a pensar en qué pasaría si Jai aceptaba esto, porque jamás lo creí posible. Jamás creí posible que él me estuviera planteando olvidarnos de nuestra amistad e ir más allá, con aquella mirada que brillaba al mirarme, pidiendo algo que generaba que mi corazón latiera de felicidad.

El maldito Jai Kian, no caigo por nadie, pidiendo algo con seriedad.

Sonreí como estúpido, mientras recordaba sus palabras aquella vez que me rechazó, aunque admitió que le había encantado mi beso.

—No te estoy diciendo que me des una respuesta ahora —volvió a hablar, expulsándome hacia la realidad—, piénsalo bien. Luego de esto, definitivamente no habrá vuelta atrás, ¿si?

Asentí, sabía lo que pasaría si aceptaba esto. Pero una vez más, me moría por adentrarme a todo lo que Jai significaba, la tensión, la provocación, las risas, las peleas, los sentimientos... Sus palabras melodiosas que prometían ser mi apoyo incondicional.

Solo debía pensarlo un poco más.

Él se levantó para quitarse la camiseta, subió sus brazos, mientras la misma se deslizaba por su cuerpo hacia arriba, con aquel movimiento generando que sus abdominales se marquen con mayor notoriedad. La v de su bajo abdomen, ahora desnuda, le dio paso a que unas pequeñas venas se vean en ella, perdiéndose más allá de la tira de su ropa interior.

—Mis ojos están aquí arriba, Circe —habló, con una sonrisa de costado, mientras que con sus dedos señalaba a sus ojos.

—No los estaba buscando, Kian —refuté, generando que sus cejas se alzasen en sorpresa ante mi comentario.

—Creo que te estás juntando demasiado conmigo, ya casi te aprendes todas mis frases —respondió sonriendo, mientras se ataba su cabello, relajado, para luego tirarse al agua, provocando que la misma, tibia, golpee en mí.

Tragué con dificultad, tratando de sacar de mi mente aquella imagen de su cuerpo.

Y mientras él nadaba, me dirigí a su casa para cambiarme de ropa, sabía que cuando Jai se metía a la misma o te metías con él, o él te metía. No hay opciones.

Luego de subir a la habitación de Jai, claramente para robarle ropa, bajé hacia el living, para ver si mis padres seguían aquí. Pero la madre de Jai se encontraba sola allí.

—Hijo, ¿quieres helado? —Me habló ella, llamándome como a su hijo.

Me pregunto si me seguiría llamando "hijo" si se enterase todo lo que sucedió entre su verdadero hijo y yo, ¿reaccionará mal? ¿Bien? ¿Me mirará raro?

Suspiré, mientras cambiaba mi expresión a una sonrisa, encaminándome hacia su lado, asintiendo.

—Compré de fresa, sé que es de tu favorito.

Sonreí, aceptando el mismo, a la par en que le regalaba un abrazo.

—Muchas gracias, Diara. Lo disfrutaré —confirmé, besando su frente. La diferencia entre las alturas de ambos era notoria, aunque Jai le sacaba dos cabezas a su madre, yo simplemente le sacaba una.

Amistad, descubrimiento y romanceWhere stories live. Discover now