Amistad, descubrimiento y romance

Capítulo 5: "Jaini"

Cuando vean el (*)
pueden poner la música.

—¿Podemos hablar? —me detuvo Mali.

—Es justamente lo que necesito —dije, tomándola de la mano, ella me observó confundida, pero aún así me siguió para salir de aquella casa enorme—. Tengo que confesarte algo.

—¿Qué? No me digas que...

Minutos antes.

Podría decir que el alcohol corría por todo mi cuerpo, como sucedía con todas las personas a mi alrededor, pero para ser honesto no era bueno bebiendo, era capaz de emborracharme con una sola botella de cerveza, mientras que Jai para estar ebrio debía de beberse una botella de vodka en conjunto con Mali. Supongo que algunas personas nacen con ese dote y otros nacen con un padre más exigente que los reyes de Inglaterra con sus hijos, muchas veces pienso en ellos y me identifico, claro que son más relevantes que yo, pero de cierta forma ellos lo tienen todo pero a la vez nada. Dinero, fama, estudios, ¿y lo que siente el corazón?

En fin, ese es uno de los pensamientos randoms que se me vienen a la mente cuando estoy completamente aburrido, o cuando me distraigo de más. A veces me pregunto si cuando tengo estos pensamientos me quedo mirando a la nada con la boca abierta, solo espero que no, no quiero que la misma sea el nuevo hogar de una mosca errante.

Al ingresar a la casa, un living con porcelanato blanco por suelo, algo sucio a causa de las pisadas de las personas que seguían ingresando, nos recibió; en el centro una escalera nos guiaba hacia un segundo piso, en el cual, lo mínimo que se podía observar eran unas habitaciones. En el centro del primer piso, había una pista, en la que la mayoría estaba bailando al ritmo de unas canciones que pude identificar como reggaetón, mientras que a los costados, contra las paredes amarillentas habían unas mesas pequeñas, con algunos sillones para sentarse y apoyar las bebidas; la mesa que habíamos elegido se encontraba en una esquina de la casa, la escasa luz de colores tenues, quienes hacían el trabajo de iluminar pobremente, no me permitían ver casi nada. En mi campo de visión, lo único que podía observar era a la chica que había venido a coquetearle a Jai a los segundos de habernos sentado, y a Mali, quien no había dejado de observarme con complicidad, como si estuviéramos en una misión secreta.

—No estoy interesado —se dirigió Jai a la chica rubia que lo tomó del brazo, invitándolo a bailar.

Ella lo observó decepcionada mientras Jai tomaba su celular, para luego alejarse. La luminosidad tanto blanca como cegadora del mismo se reflectó en el rostro de mi mejor amigo, quien poseía una expresión seria, para acto seguido comenzar a escribir. Supuse que estaba poniendo letras randoms en su apartado de notas, como siempre hacia cuando quería sacarse a alguien de encima.

Lo sé, es inteligente pero no tanto como para saber decir que no directamente.

Segundos después mi celular vibró en mi bolsillo y al sacarlo del mismo pude ver un mensaje de Yef, aka¹ Jai, quien me texteaba. No pude evitar sonreír al notar que había decidido hablarme a mí, en lugar de a alguien más.

Pero luego borré mi sonrisa, tratando de recordar que para él era simplemente alguien con quien hablaba, más no yo, su mejor amigo.

Yef:

"Ya te has dormido?"

Al subir mi mirada pude verlo a Jai pensativo, aún con su celular en la mano, pero con aquella mirada de ojos negros perdida hacia el centro de la pista, se notaba raro, y aunque siempre fue un poco raro, esta vez se le notaba más. Pero luego negó con la cabeza y volvió a comenzar a escribir en su celular. Igual que la vez anterior el celular me vibró en la mano, con una notificación de él decorando mi pantalla.