Máscaras

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Ya era costumbre para mí esconderme de Popee cuando ensaya sus trucos. Miraba detrás de la cerca a una distancia razonable de el, ¿qué hacía ahora?; malabares con motocierras. —“tan extravagante”—.

Nuevamente compitiendo contra su padre quien lo hacía excelente sin fallas, me daba la sensación que podía lograr cualquier truco arriesgado sin errar.

—¿cómo es que las chicas aceptaron participar también? —se preguntó el peli-morado.

En esta ocasión no me encontraba sola, sino que era acompañada por Kedamono quién se escondía conmigo, éramos los únicos que nos negamos a participar en aquel concurso tan arriesgado realizado por el dueño del circo que prometía un premio del cuál ni siquiera se había mostrado con anterioridad quedando a la expectativa de cada uno, lo único que se sabía era que aquel premió “era espectacular” y esas palabras fueron suficientes para convencer al resto a pesar ni siquiera evidenciar el gran trofeo, quedando solo en palabras.

—terminaran muriendo tarde o temprano —predije.

Era inevitable, ya que a pesar de ser inmortales no eran hábiles en los absoluto, siempre fracasaban a excepción de Papi y en ocasiones Kedamono, estaba claro el destino de todos en cada espectáculo tan arriesgado como ese.

—¿qué tal si matamos el tiempo? —le propuse.

—¿haciendo qué?

—tengo una idea…

No iba a desperdiciar la oportunidad que el universo me daba, es decir, ya que todos estaban ocupados a excepción de nosotros, quería que me mostrará sus máscaras sin ser interrumpidos. Le suplique me explicara y mostrará sus máscaras.

A decir verdad fue más complicado de lo que creería, más no imposible. Me llevo hasta su carpa y me enseñó las máscaras en las que trabaja tanto como algunas otras que se hallaban colgadas.

—¿y como es que funcionan? —pregunte sumamente intrigada.

—expresan emociones y demás —explico vagamente.

—¿cómo es que son infinitas?, ¿y como es que desaparecen al tocar el suelo?, ¿a dónde se van?.

Parecía que mis interrogantes no tenían una respuesta concreta pues aquel chico simplemente levanto hombros y manos dando a entender que el tampoco tenía las respuestas. —“que desilusión”—. Parecía que quedaría con la duda tal vez por siempre.

De entre las máscaras que allí se encontraban colgadas, hubo una en especial que llamo mi atención; Una máscara de un rojo intenso, de expresión agresiva, cuernos grandes y colmillos afilados.

—¿me dejas usar una? —decía mientras que me colocaba aquella tan llamativa.

—¡no!, T/N esper-

De un momento a otro, perdí la noción de la realidad, quedé en un trance dónde no estaba ni totalmente inconsciente ni tampoco lúcida del todo, una sensación sumamente extraña… Escuchaba miles de voces en mis oídos, infinidad de ellas, susurrando y diciendo cosas que no lograba entender con claridad pero que parecían darme órdenes. No sentía mi cuerpo ni tampoco tenía control de este, mi vista era bloqueada por la máscara, no veía absolutamente nada, solo oscuridad, la sensación era similar a experimentar una parálisis del sueño.

Comenzaba a desesperarme, quería liberarme de aquel control mental y físico, me sentía aprisionada en mi propio cuerpo y todo debido a la máscara. —“¡esto fue una mala idea!”—.

En tan solo un instante la pesadilla termino. Las voces cenaron, recupere el control de mi cuerpo y mi vista regreso. De pronto ya no llevaba la máscara. Inhalé profundo estabilizando mi respiración mientras que observaba a mis alrededores, tonos naranjos por doquier; un atardecer, el oír de las llamas que devoraban todo a su pasó, olor a cenizas y sangre abundaban, pero había algo más.

Misión, enamorar a Popee ||Popeextu||Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang