Desacuerdos

1.2K 136 154
                                    

Apenas comenzaba un nuevo día y la situación ya se salía de control. Al salir de la habitación unas manos taparon mis ojos y boca, sintiendo un fuerte tirón que me llevaba a su antojo. —“¡¿qué carajos está pasando!?”—, estaba alterandome al desconocer la situación. ¿A caso me estaban secuestrando?. Intenté forcejear mas me fue inútil, podía distinguir seis manos inmovilizandome a la vez, hasta que de pronto me empujaron bruscamente, terminé chocando contra un muro.

—extraterrestre —me llamo una voz conocida— ¿tú también?.

—¿cómo que también? —cuestione sumamente confundida.

—que pasen un lindo día —dijeron las chicas con cizaña antes de cerrar la puerta frente a ellas.

No de nuevo. Al parecer no les había bastado con el fallido intento de los Pockys, tuvieron que recurrir a encerrarnos en lo que parecía ser uno de esos armarios utilizados para trucos de magia.

—tan cliché —comente por lo bajo.

—¿qué cosa? —se preguntó el rubio.

—no, nada.

Sonaba bastante calmado a pesar de la situación, suponía que explotaría de ira o algo parecido más no fue así. —“posiblemente piense que se trata de un truco para el circo”— deduje.

—ayúdame a salir —le pedí.

—la pared es falsa, se retira fácilmente para poder salir por detrás —explico.

—intentemoslo.

Para mí suerte, las chicas se confiaron cerrando con llave la puerta frontal, sin embargo no tomaron en cuenta el mecanismo de este artefacto dejando libre acceso a la parte posterior. Logramos escapar sin mayor complicación.

—no entiendo cómo se supone que debe continuar el truco —decía inocentemente.

—eres adorable —sonreí, su inocencia hacía llevadero aquel contratiempo.

—claro que lo soy, soy el chico más lindo del mundo —expresaba arrogante.

—por supuesto, lo eres —afirme.

Así continuamos nuestro día con normalidad. Las chicas se enfadaron al vernos fuera de aquel armario y tan solo les dirigí una mirada asesina, más no lograron inmutarse ni un poco.

Rato después, se suponía Popee trataba de hacer trucos de escape, utilizando sogas para amarrarse a un sitio y demás, con dinamita de por medio.

—tan arriesgado —comenté.

Milagrosamente logro escapar y apagar la mecha de la dinamita antes de que estallara. Su padre estaba por entrometerse, como solía hacerlo, más antes de que eso sucediera, en un arrebato terminamos aquel aprendiz de payaso y yo atados frente a frente con la misma soga de antes. —“no de nuevo”—. Estaba de sobra decir que sucedía y quiénes lo habían planeado, otro intento absurdo y desesperado por juntarnos.

—¡¿por qué nos amarraron juntos?! —se quejo el rubio.

—yo también me lo preguntó..

Ambos forcejeamos desesperadamente tratando de liberarnos sin éxito. Era una situación incómoda para los dos. Tratabamos que evitar hacer contacto visual o de lo contrario sería aún más incómodo.
Un par de minutos y un poco de esfuerzo extra logramos desatarnos rompiendo la cuerda con las cuchillas que siempre llevaba en su bolso.

—lo logramos —comente felizmente aún evitando el contacto visual.

—¿qué carajos les sucede a esas tres? —se quejo.

Misión, enamorar a Popee ||Popeextu||Where stories live. Discover now