Luna

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Popee trató mis heridas y se retiró dándome espacio para que pudiera desahogarme cuánto quisiera y así lo hice, llore hasta que mis ojos se secaron y la frustración se esfumó, al menos por ese momento, incluso sentía la garganta ronca, mi estómago rugía tenía hambre, la herida no me dolía en absoluto así que no fue ningún impedimento para que saliera a buscar algún alimento. Llegué hasta la cocina qué se encontraba ya vacía debido a la hora pues ya pasaba de la media noche.

Después de haber llenado mi estómago di una caminata por el circo y mientras lo hacia logré notar una luz brillante, parecía fuego, me acerque un poco más encontrandome con Popee quien hacía malabares con antorchas.

—ten cuidado con eso, podrías terminar quemando todo el circo de nuevo y yo no quiero saber lo que se siente morir incinerada muchas gracias —brome llamando su atención.

—eso no sucederá extraterrestre, soy el mejor haciendo malabares —respondió con aquella arrogancia tan característica de su persona.

Decidí quedarme para acompañarle en su rutina, guarde silencio y observé pero parece que solo le distraía ya que detuvo sus ensayos al instante.

—lo lamento —hablo el chico sorprendiendome—, no medí lo que hacía con la katana y terminé lastimandote por accidente.

Ahora comprendí su interpretación a mi llanto, más no pensé que se culparía a si mismo.

—eso ya no importa, estaba conciente de que sucedería algo como eso, pero ya no tiene caso seguir hablando sobre ello —exprese haciéndole saber que no se trataba de eso y por lo tanto no tenía porque culparse.

—tal vez tengas razón, aún así quería que lo supieras, no fue mi intención haberte hecho llorar.

—no lloraba por eso —confesé.

—¿entonces por qué?.

—algún día te lo contaré.

Corte ahí mismo el tema pues no quería indagar en ello, aún habiendo despertado su curiosidad, debía cambiar el tema de inmediato y terminé diciendo lo primero que se me cruzó por la cabeza.

—la luna se ve muy hermosa está noche, ¿no te parece?.

—¡¿ah?!, ¿te estás declarando?.

Reaccionó de manera inusual, se colocó rojo hasta las orejas pero no comprendí por que.

—¿qué dijiste?.

—¡es un juego de palabras!, se usa para confesarse a una persona despistada —explico con claridad.

—¿algo así como una indirecta?.

—¡eso mismo!.

— pero yo no necesito indirectas, puedo y te lo eh dicho directamente, tu me gustas.

Sin darme cuenta me había declarado nuevamente, el aparto la mirada, ¿le había incómodado?, al instante me arrepentí y trate de solucionarlo.

—hey-

—¿qué te gusta de mi? —me interrumpió.

—¿cómo?.

—quiero saber que es exactamente lo que te gusta de mi.

Me tomo por sorpresa, no estaba preparada para lo que sea que estuviera sucediendo, la había vuelto a liar.

—tu personalidad —solté sin pensar.

—¿te gustó por mi personalidad? —no parecía haber escuchado lo que el quería o esperaba.

—si.., entre otras cosas… —trate de arreglar, estaba por entrar en pánico.

Misión, enamorar a Popee ||Popeextu||Where stories live. Discover now