Disculpas

1.3K 139 102
                                    

La mañana siguiente revisaba mis heridas, ya podía ponerme en pie e incluso caminar, ni molestias ni dolor alguno, como si nada hubiese sucedido a pesar de que la herida seguía ahí. —“menos mal ya puedo caminar”—, me sentí aliviada, sin embargo sabía que aquello no era normal, no te recuperas de una herida de bala en una noche, negué disipando esas ideas de mi cabeza ,—“que más da si es normal o no, al menos no me quedaré simplemente sentada siendo un estorbó”— pensé.

Tan temprano que apenas salían los primeros rayos de sol asomándose por el horizonte desierto. Mi estómago reclamaba alimento y llegué hasta la cocina topandome con el rubio quien cocinaba sin haberse percatado de mi presencia aún.

—huele bien —mencione.

El aprendiz de payaso dió un salto del susto seguido de un quejido, se había quemado.

—¡perdón! —me apresure a acercarme a el—, no quise asustarte, ¿estás bien?.

Cuando observé con más detenimiento la herida causada por mi persona me di cuenta que está a penas podía notarse, era tan solo una pequeña mancha roja en su mano, no era grave, solté un suspiro de alivió.

—no me sorprendas de esa manera de nuevo o voy a matarte —se molesto, con justa razón.

—dejame ayudarte para compensar.

Lo pensó por unos instantes y termino asintiendo, acepto mi ayuda, me emocioné. Seguí sus instrucciones al pie de la letra, más únicamente me dejó poner la mesa y preparar café, según sus palabras no quería que arruinara su comida, por lo cuál me dió labores menores pero que acortó el tiempo pues terminamos el desayuno antes de lo previsto.

—¿y tu herida en la pierna? —pregunto.

—ya no duele y puedo caminar normal, aunque la herida sigue ahí.

—parece que no eres tan frágil como yo creía.

Era extraño, no podía regenerarme como el, sin embargo me eh percatado que mis heridas sanan más rápido de lo que deberían.

—oye —llamo el chico regresandome a la realidad, alcé la mirada topandomelo de frente bastante cercano a mi— estás muy distraída, ¿estás ocultandome algo?.

—no —tartamude retrocediendo.

—¿estás segura? —desconfío acercándose nuevamente.

—si, así es.

Me analizo con la mirada, me puse nerviosa, no porque estuviera escondiéndole algo, si no porque tenerle tan de cerca provocaba que mi corazón látiera fuertemente y hacía que mis mejillas se tornarán rojas, me ponía nerviosa pero el no lo sabía, a su punto de vista actuaba de esa forma por razones que no comprendía.

Aquella conversación se quedó hasta allí debido a la llegada de los demás integrantes de este circo poniéndole fin a mi conflicto internó.

Desayunamos amenamente todos juntos, sin embargo, seguía siendo ignorada por las chicas, no me alegraba en absoluto, —“necesito hablar con ellas”—, debía solucionar nuestras diferencias y ponerle fin a nuestro conflicto.

Cada quien tomo su propio rumbo, los chicos practicando más trucos peligrosos y extravagantes mientras que las chicas se apartaron encerrandosé en su carpa.

Respire profundo, era momento de enfrentarme a ellas, no quería seguir en discusión con las tres, sobre todo sabiendo que podrían intentar desaserse de mi nuevamente. Me encamine hasta su carpa permaneciendo fuera de esta desde donde les llamé.

—chicas, quisiera hablar con ustedes, ¿me dejan entrar?.

Un silencio mortal invadió el sitio por unos instantes, no estaba segura de si estaban listas para hablar conmigo o preferían seguir ignorandome más no pensaba rendirme sin haber intentado antes. La cortina se abrió revelando a la castaña.

Misión, enamorar a Popee ||Popeextu||Where stories live. Discover now