Misión, enamorar a Popee ||Popeextu||

Bajo las estrellas

Pase varios días pensando en la manera de declarar mis sentimientos, pues sabía que Popee, al ser inexperto en el tema, sería muy complicado que el tomara la iniciativa, aún así, no llegaba ninguna idea a mi cabeza, organizar una cita o algo especial era más complicado de lo creía ya que al haber tantas opciones no podía decidirme por ninguna puesto que en cada idea sentía que no era lo suficientemente especial para el.

—¡hay no se me ocurre nada! —me queje con desesperación.

—¿qué sucede T/N? —cuestionó Mai al verme tan estresada.

—es que quiero pedirle a Popee que sea mi novio pero no encuentro la mejor manera para hacerlo, no sé si debería preparar algo o simplemente llegar y decirle: "se mi novio".

Las chicas se pusieron pensativa al respecto, tratando de buscar una solución, incluyéndome.

—¡una cena romántica! —exclamo Aoi.

Sin esperar una respuesta de mi parte y en contra de mi voluntad, se iniciaron los preparativos para aquella velada.
El rumor no tardó en esparcirse, pero por supuesto, Popee era el único que no estaba al tanto del plan conspirativo.

—¡hey T/N! —se escucho la voz del rubio, quien se acercaba a mi—, quiero hablar contigo sobre…

—¡practiquemos un nuevo truco! —interrumpió aquella bestia morada.

—ahora no Kedamono, hazte a un lado —menciono tratando de sacarlo del caminó, sin embargo…

—entonces lo haré yo solo y me ganaré el respeto y la admiración del público —le incitó—, aunque no hace falta porque el público ya me prefiere antes que a ti… —tartamudeo con nerviosismo o más bien, con miedo, temeroso de lo que su amigo podría hacer.

—“La idea era distraerlo, no firmar tu sentencia de muerte”— pensé. Cómo era de esperarse, aquel aprendiz de payaso enfureció.

—tienes tres segundos para correr —le advirtió amenazante.

Así, termino en una persecución de vida o muerte entre ambos, tan solo esperaba no falleciera mi enamorado o tendría que posponer el plan hasta que regresará a la vida. Por supuesto también me preocupaba Kedamono quien valientemente se había sacrificado por ambos. —“tendre que compensarlo después”—.

Mientras tanto, mi suegro me llamo para acudir a la cocina en dónde discutimos el menú de la velada, terminando en un curry, esto debido a que era su comida favorita.

—con esto seguro que conquistas su corazón —menciono entusiasmado—, me ayudarás a prepararlo.

Asentí más que feliz. Sucesivo a esto, las chicas se encargaron de montar el escenario, inclusive ayudo eligiendo la música y la iluminación, me sentí afortunada por su apoyo a esta causa, al igual que por su aprobación a nuestra relación.

El sol estaba por esconderse, demoramos un poco, pero al final el platillo quedó exquisito.

—muchas gracias por ayudarme suegro —le agradecí a aquel hombre.

—no tienes que agradecer hija, me hizo muy feliz enterarme de la noticia, vas a hacerle mucho bien a ese niño malcriado y testarudo —soltaba lágrimas de felicidad.

—espero que así sea —respondí apenada.

—les pondré un buen sake sobre la mesa, solo no se emocionen demasiado —guiño el ojo.

Seguramente en ese momento mi rostro era tan rojo como el de un tomate, no supe que responder ante aquel comentario. Para mí suerte, las chicas llegaron a mi rescate, raptandome de por medio y llevándome con ellas hasta nuestra carpa.