Capítulo XIV

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Capítulo XIV Confusión

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Capítulo XIV
Confusión

La vida puede ser una montaña de emociones, en un momento puedes estar completamente feliz, y al siguiente consumido en una tristeza absoluta.

Pero, ¿Cómo se debe vivir? Responder esta pregunta es casi imposible, es difícil tener un método exacto para saber si lo que estamos haciendo es lo correcto para nosotros.

Muchos solo siguen su corazón, otros su cerebro ¿Cuál es el correcto para seguir? Quizás las consecuencias de tus acciones siguiendo a cada uno de ellos, te den la respuesta.

(...)

Un mes, era el tipo exacto que había pasado desde que Ailish había llegado a sus vidas. Para Alaia aún era fresco el recuerdo de la mirada de dolor de su hermano al confirmar que su vida nunca sería construida a base de sus decisiones, sino de las decisiones de otros.

Nunca había entendido esa necesidad de decisión, toda su vida le había gustado que otras personas decidieran por ella, lo sentía más fácil; pero todas estás situaciones nuevas que estaba viviendo la llevaron a pasar horas de reflexión.

No sabía cómo se sentiría ella al conocer a su destinado, era un evento que siempre había esperado y anticipado, pero ahora las cosas eran diferentes ya nada era como hace unos meses.

Habían pasado ya tres meses desde que empezó aquella locura con Aekil, al principio estaba convencida que todo lo que estaba sintiendo y haciendo era por simple curiosidad, que una vez la saciará, se aburriría y terminaría aquella locura. Estaba tan equivocada.

Equivocarse no estaba mal, pero en este caso era una sentencia a muerte. Aunque no quisiera admitirlo sabía que estaba perdida, cada día que pasaba, casa visita a su habitación o cita en la casa del árbol la hacía querer más, mucho más, se estaba convirtiendo en una persona ambiciosa, y lo peor era que ella sabía sus limitaciones.

Pero saber lo que no podía ser, no disminuía sus ganas de desear un poco más de aquella sensación de estar viva y eso la asustaba tanto.

Por varias noches seguidas se hizo la pregunta de si ella sería como Izan al momento de conocer a Ailish, con una sonrisa en el labio, pero con dolor en su mirada, su mayor miedo era ser infeliz, pero por cómo las cosas estaban tomando rumbo parecía que sería su destino.

Una cena como cualquier otra se dedicó a observar a sus padres. Se preguntaba si a su edad también se habrían preguntado lo mismo, ¿tendrían las mismas inseguridades? Ellos parecían felices por fuera, pero cabía la posibilidad que simularán serlo, pero deseaba saber si realmente lo eran.

En aquel momento se encontraba en su habitación, luego de cenar con su familia, había sido un poco incómodo para Ailish, pero ella sabía muy bien cómo defenderse de su madre.

Alaia, se encontraba sentada en el tocador de su habitación mirándose al espejo, también a través de él podía ver a Suni, su fiel compañera.

—Suny —llamó a su doncella que estaba acomodando su tocador mientras ella se encontraba sentada al borde de su cama sumida en sus pensamientos.

AlaiaWhere stories live. Discover now