Capítulo XXIII

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Capítulo XXIIIAmor y verdades

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Capítulo XXIII
Amor y verdades

Es difícil percibir una realidad cuando tú perspectiva de la vida es tan diferente a la realidad de la mayoría.

Alaia veía por la ventana del auto mientras este se desplazaba por la carretera, iban de regreso a casa. Para ella nunca fue fácil un evento de ese tipo, siempre salía agotada mental y físicamente.

Pero esta vez fue incluso peor, ya que el hecho de que habló con Aekil más de una vez le agotó mucho más. Quería llegar a casa y solo dormir, y quizás incluso, no despertarse más.

En algún momento del recorrido, la lluvia había empezado a caer golpeando la ventana, dándole un aspecto más lúgubre al ambiente. A su costado estaba sentada Suni, que permanecía en silencio, ella también parecía pensativa.

El silencio reinaba en el auto, todos parecían igual de agotados que ella, pero por alguna razón su mente no dejaba de recordarles los breves momentos de conversación que tuvo con Aekil, por compromiso.

«Basta, Alaia. Deja de pensar en ello. Por el bien de ambos, debes olvidarlo»

Esa noche sus padres decidieron quedarse un poco más ya que algunos amigos habían organizado una partida de poker.

Por otro lado, Izan y Ailish estaban sentados frente a ella en silencio, también sumergidos en sus pensamientos, no tenía ni idea de qué estaba pasando por sus mente, pero parecían igual de cansados que ella.

Ellos al principio del evento habían estado animados a pesar de lo insoportable que estaba su madre, pero en un momento de la noche, el ambiente entre ellos había cambiado, ¿que había sucedido? Pues no lo sabía.

Durante toda su vida, no se había tomado la molestia en pensar en el futuro y había una razón lógica para ello, este siempre estuvo escrito, no tenía que pensar en ello porque todo estaba planeado incluso antes de que ella entendiera que lo estaba.

Pero en los últimos meses no hacía más que pensar en el futuro, y  se veía como un pozo oscuro, ¿tendría futuro considerando su situación actual? La verdad no lo creía, cualquier plan que hubiera tenido anteriormente se había esfumado automáticamente con ese positivo, volvió a suspirar, esta vez más audible ganando varias miradas sobre ella.

—¿Se encuentra bien, señorita? —Alaia la miró por unos segundos queriendo responder que no lo estaba, que estaba asustada de morir, pero en cambio forzó una sonrisa y respondió.

—Por supuesto, Suni. Solo estoy algo cansada. —su doncella la conocía muy bien, tenía años a su lado y sabía que podía a llegar a ser una gran actriz como su madre y sinceramente, desde que se enteró de la situación estaba preocupada, al principio incluso le importaba su vida, luego analizó que sería una buena manera de deshacerse de su marido, aunque eso implicara morir.

AlaiaWhere stories live. Discover now