7: Fuego

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Clara se levanta dispuesta a irse, pero con un rápido movimiento la sujeto del brazo para que no se vaya. En cuanto soy consciente de lo que he hecho la suelto pidiéndole perdón y hablo antes de que decida volver a levantarse.

—Por favor, hablemos.

Me mira atentamente y recorre su mirada por todo mi cuerpo, parándose en mis ojos. Supongo que son mis ojeras, o mi mirada, la que la hace volver a sentarse frente a mí.

—Dime —contesta entre suspiros.

Es ahora mi momento de inspeccionarla, y también me paro unos segundos en su mirada, que tiene peor aspecto que la mía, incluso su cuerpo se ve cansado y derrotado. Tiene ambas manos a los laterales de su cuerpo, y se mueve como derrotada. Da la impresión de que el mínimo soplo de aire la haría caer.

—¿Es por ella? —mi pregunta la descoloca y hace que frunza el ceño, específico mejor a qué me refiero—, tu tristeza, ¿es por Luna?

En vez de contestarme, baja la mirada, evitando así que pueda seguir viendo cómo los ojos se llenan cada vez de más agua.

—¿Quién eres? —habla finalmente.

—Estaba loquito por ella...

Esas palabras salen de mi boca con un hilo de voz casi imperceptible, ese verbo en pasado hace que todo dentro de mí se retuerza y que un nudo se instale en mi garganta. Suspiro con pesadez y decido ser sincero. Aunque no pueda serlo al cien por cien.

—Ella me gustaba mucho —carraspeo intentando que las palabras salgan de mí con más facilidad—, pero no me dio tiempo a decírselo. Cuando se lo iba a contar y me vi con fuerza de hablar con ella vi esa noticia... no sabía que se dedicaba a eso, y me culpo constantemente por no haberla conocido antes y que no se metiese en ese mundo.

Finalmente levanta la cabeza y se limpia una lágrima revoltosa que ha decidido salir inquieta. Su mirada es oscura, y con pesadez vuelve a bajar el brazo, para apoyarlo en la ventana. 

—No lo podrías haber evitado... —veo duda en su cara, como debatiéndose entre hablar o no, pero por suerte decide hacerlo—, Xavier, ¿verdad? —asiento—. Verás Xavier, entiendo cómo te sientes, pero hazme caso, no la podrías haber parado. Nosotros lo intentamos, vaya que si lo intentamos... Pero por lo que has visto, no conseguimos nada, ella era decidida, y sobre todo muy independiente, no dejaba que nadie opinara de su vida. Ni siquiera si ese "nadie" era su familia...

Sus últimas palabras salen llenas de dolor, como si escocieran dentro de ella. Las escupe con rapidez, y me llegan como si fueran dagas.

—Lo siento mucho...

Es lo único que sale ahora mismo de mí, porque no sé qué decirle.

—Lo mejor que podrías haber hecho era alejarte de ella.

Veo cómo mueve las manos con nerviosismo, mientras choca un dedo pulgar con el de la otra mano, y observa el paisaje que nos rodea. Sus gestos hacen que no me llegue a creer esas palabras del todo, no me mira, ni siquiera mira sus manos, solo las mueve con nerviosismo.

—¿Por qué? —mi pregunta la pilla por sorpresa, porque gira su mirada hacia mí con rapidez. Se queda callada unos segundos, hasta que finalmente habla.

—Luna no era buena influencia, todo el que se acercaba a ella acababa quemado por el fuego que desprendía —hace una pequeña pausa para volver su vista al campo—, no te haces una idea de quién era esa chica.

Tras decir eso se levanta y esta vez no la retengo conmigo, le dejo marchar mientras sus palabras se quedan aquí conmigo, volando por mi mente. Pero la trayectoria que han empezado a hacer se ve interrumpida por un grito.

—¡Acabo de ver una chica igualita a ella! —Una voz grave proveniente de mis espaldas interviene.

—Su hermana —contesto a Esperanza, que se sienta donde segundos antes estaba ella.

Sus pequeños ojos claros se hacen grandes a la vez que su boca se abre de par en par, sorprendiéndose ante mi respuesta.

—¿Has hablado con ella? —No lucha por ocultar su entusiasmo. Su mirada se clava en mí, con deseo de que le cuente todo lo que acaba de pasar.

Asiento, deseando que no quiera hacer más preguntas y pueda permanecer el resto del camino en completo silencio. Pero mi gozo en un pozo.

—Wow —responde aún más sorprendida—, cuéntame.

Se inclina hacia delante mientras apoya sus brazos en las piernas, con un claro signo de curiosidad y emocionada por esta historia tan parecida a una novela de drama.

—Nada interesante —apago su curiosidad y reacciona triste ante mi respuesta—, solo me ha confirmado que ella trabajaba de eso...

Suspira y asiente ante mi afirmación, no le extraña, y a mí tampoco. Estaba claro que eso era verdad. Por mucho que me duela que perteneciera a ese mundo tan oscuro y peligroso...

—Xavier —me observa con atención y yo asiento dándole paso a que hable.

Pero no lo hace, en vez de eso, mira hacia las personas que se encuentran en el tren y frunce el ceño mientras mira algo que está por detrás mío.

—¡Está ahí! —se levanta y señala lo que observaba con ansias. Me giro confundido y miro hacia donde su dedo señala, pero no veo nada fuera de lo normal, solo alguien que se aleja con rapidez.

—¿Qué pasa Esperanza? —la miro entendiendo aún menos que antes, pero ella tampoco está.

Vuelvo la mirada con rapidez y la veo alejarse por la estación a gran velocidad, siguiendo a la persona que antes señalaba y no me ha dejado ver.

Niego con la cabeza, esta mujer no está bien. ¿Cómo se me ocurre aceptar sus consejos? Solo sé que desde el primer día que la vi me transmitió una paz y tranquilidad que nunca nadie me había hecho sentir. Con solo mirarla sentía que todo estaba bajo control y que nada podría salir mal. La energía que la rodea es única.

Entonces, ¿a quién había visto?


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Hasta el viernes 💖💖

Luna en el infierno (Completa)Where stories live. Discover now