9: Luna, ¿quién eras?

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¿PREPARADOS/AS PARA LO QUE SE VIENEE?
Sentaos y sujetaos, porque se viene capitulazoo!!! No olvidéis dejar vuestros comentarios con la impresión y darle a la estrellita 😉
¡Gracias por hacer que Luna siga! 💖
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—De la nada ella empezó a tener dinero, a salir de fiesta, a comprarse ropa sin necesitar el dinero de mis padres. Ella solo tenía dieciocho años, y tenía dinero todos los días. Incluso empezó a ahorrar para independizarse. Ninguno de los tres entendíamos de dónde salía tanto dinero, Luna decía que pasaba apuntes y que se estaba buscando la vida. Pero es obvio que por eso no ganas tanto dinero, que incluso ganaba más que mis padres. Tardó cuatro meses en irse a vivir a un piso sola, cogió todas sus maletas, y sin una sola explicación se fue lejos de nosotros. Fui yo la que la descubrí, empecé a seguirla, a investigar a la gente que la rodeaba. Y cuando me enteré de dónde sacaba el dinero se me vino el mundo encima.

Su teléfono suena y deja de hablar para comprobar quién es. Cuelga el teléfono pero envía un mensaje a la persona que ha llamado. Aprovecha este momento para respirar profundamente e intentar decir todo con más tranquilidad, puesto que había empezado a temblar y a ponerse nerviosa. No entiendo por qué me cuenta todo esto, pero agradezco que lo haga, lo necesito. Necesito saber toda la verdad.

—No sabía cómo explicárselo a mis padres. ¿Cómo le cuentas a unos padres que su hija pequeña trabaja vendiendo drogas? —hace una pequeña pausa tragando con dificultad—, no me costó hacerlo, fue Luna la que lo hizo al final, ella no sentía que estuviera haciendo nada mal, no tomaba, solo distribuía. Pero fueron pasando los años y se hizo la líder de un gran equipo de venta de estas sustancias. Empezó a salir en las noticias, todo el mundo quería saber quién estaba detrás de esa "banda", quién era el líder, le querían poner cara y hacer justicia. Porque no solo se dedicaban a eso...

Al poner un pie en el suelo siento que toda la sangre baja de golpe y que la cabeza me pesa, mientras todo mi alrededor me da vueltas. Me apresuro a bajar del tren con la vista nublada y me agarro con fuerza a una columna. Mientras todo sigue girando a mi alrededor, noto unas manos que agarran mis hombros con fuerza. Escucho cómo una voz muy lejana repite mi nombre una y otra vez. Es cuando Mia se pone en frente mío cuando soy consciente de a quién pertenece esa voz.

—¡Xavi! —Lo que antes era un susurro ahora es un grito que impacta dentro de mí y hace que la nube que rodeaba mi retina se disipe.

Por fin miro a mi compañera y cierro los ojos respirando profundamente.

—Estoy bien —consigo decir dos palabras y hacer una pequeña mueca a modo de sonrisa—, era solo un pequeño mareo.

Mia me mira no muy segura de lo que acabo de decir y aún preocupada. Los últimos días no he comido todo lo que debería, y eso me ha pasado factura. Pero ya todo vuelve a estar en su sitio y estoy perfectamente de nuevo, aunque esa nube de tristeza que me rodea no se va. No puedo olvidar la conversación que acabo de tener con Clara, y todo lo que me ha contado.

—¿Seguro que estás bien? —insiste preocupada.

Le digo que sí con la cabeza y la convenzo de que nos apresuremos para no llegar tarde al trabajo. Me hace caso, aunque no muy segura de que le estoy diciendo la verdad y ponemos rumbo al trabajo.

—¿Has visto lo de la narcotraficante? —esa pregunta hace que me recomponga de golpe y gire mi cabeza con rapidez hacia ella—, la jefa, que no era ella.

Me paro de golpe ante eso último y de repente el corazón me empieza a latir a gran velocidad, tanto que noto los golpes dentro de mi cabeza. Mientras veo por todas partes unas letras que se mueven y giran alrededor de toda la estación, pasando entre la gente que parece no verlas.

Intento preguntarle a qué se refiere, que es lo que quiere decir con eso, si se refiere a Luna. Pero no consigo que ninguna palabra salga de dentro de mí. Muevo la boca intentando una y otra vez hacerme entender, pero las palabras se convierten en balbuceos, asustando a mi compañera. Me agarra de los hombros con fuerza mientras me agita con fuerza, y conforme van pasando los segundos y sigo sin decir nada, ella se pone aún más nerviosa. Quiero hablar, quiero hacerle miles de preguntas, pero no puedo.

Todo vuelve a darme vueltas tal y como ha pasado al salir del tren y siento que las piernas me fallan. No consigo mantenerme en pie por el temblor que tengo en todo el cuerpo.

—Xavi —escucho a lo lejos su voz.

Pero por fin noto que estoy en un sitio estable y mi cuerpo deja de temblar. La vista vuelve de nuevo a mí y consigo ver con claridad todo lo que me rodea. Es entonces cuando consigo que todas las palabras que se habían atascado dentro de mi salen a gran velocidad.

—¿Cómo que no era ella?

Luna en el infierno (Completa)Where stories live. Discover now