15: Mala vida

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Pero justo cuando llega a la puerta, estás se cierran, dejándola dentro del tren, mientras su "hermana" sigue andando por el andén.

—¡Esa era Luna! —Esperanza aparece de repente ante mí y grita mientras señala a la chica morena que ya casi está fuera de nuestro alcance.

Observo desde aquí a la chica que antes estaba a mi lado y veo cómo agacha la cabeza con pesadez, mientras niega una y otra vez con la cabeza.

Me levanto dispuesto a ir con ella de nuevo para consolarla, aún sabiendo que yo también necesito que alguien me ayude a mí.

—Déjala sola —la mano de la señora me agarra el brazo con fuerza—, lo necesita.

Asiento dándole la razón mientras vuelvo a bajar de nuevo.

—¿A ella seguías el otro día? —pregunto entendiendo por fin todo.

Ella asiente con delicadeza, como si mover la cabeza le hiciera daño físicamente.

—¿La alcanzaste? —la observo con entusiasmo en la voz y deseos de que así fuera, que nos confirme que era ella realmente. Pero su movimiento de cabeza de izquierda a derecha hace que todo dentro de mí se descomponga y mi cuerpo se vuelva pequeño por el estrés.

—Salió corriendo —chasquea la lengua con pena.

Noto una gran presión a los laterales de mi cabeza y me llevo las manos hacia ese lugar con los ojos entrecerrados. No puedo seguir con este estrés, estos vaivenes que últimamente hay en mi vida están haciendo que no pueda descansar lo suficiente, que no pueda estar al cien por cien en lo que debería, el trabajo.

Viene otro cliente y me mira igual que el anterior, con cierta incertidumbre y pena.

—¿Un mal día? —me dice con una medio sonrisa.

—Una mala vida —bromeo a duras penas, aunque ojalá fuera realmente una broma...

—Ánimo chaval —el hombre coge sus bolsas y se va con una gran sonrisa en su rostro.

Es increíble lo que ha cambiado mi vida en tan solo un mes. Nunca imaginé que a solo una semana de mis vacaciones me vería tan apagado y con tantas pocas ganas de que eso llegue. ¿De qué me sirven esos días libres? Si total, los pasaré encerrado en mi piso.

Noto cómo el reloj vibra bajo mi uniforme y con disimulo para que nadie me vea observo la notificación que me ha llegado. Mientras todo vuelve a dar vueltas a mi alrededor, estoy cansado de este drama. Harto de los mensajes de una desconocida que me habla de otra completamente desconocida, a quien pensaba amar y ni siquiera había hablado en la vida. Cansado de los viajes en tren con una chica que parece un fantasma de Luna, con otra que no deja de hablar de ella, y con una señora que aparece y desaparece cuando le da la gana.

No quiero recibir mensajes de Clara diciéndome que estaba segura de que esa era su hermana, ni seguir escuchando las charlas motivadoras y raras de Esperanza. Y por supuesto, no soporto ver a alguien tan parecida a ella, a la chica a la que quiero y que pensé que estaba muerta. Pero claro, puede que lo esté. Igual que puede que no lo esté.

Termina por fin mi turno y tras salir del vestuario me dirijo a la estación arrastrando los pies y con todo el cuerpo pesándome como si llevara un camión encima de mis hombros. Solo tres días, y por lo menos podré descansar en casa y dejar de hacer viajes con personas que ahora mismo tan mal me están haciendo.

—¡Xavi espera! —Mia aparece a mi lado a toda velocidad y reduce de golpe para ponerse a mi altura—, ¿Estás bien?

Su pregunta me pilla de sorpresa y cierro los ojos intentando pensar una respuesta rápidamente, pero nada viene a mi cabeza.

—Sí —asiento intentando parecer más convencible de esa manera, pero está claro que mi aspecto dice todo lo contrario. Estos últimos días apenas he tenido fuerzas para colocarme el pelo como siempre, porque por las noches no soy capaz de estar sin tener una sola pesadilla, haciendo que no pueda dormir y me despierte agotado y sin fuerza para nada.

—Xavi... sabes que puedes confiar en mí.

Dejo de andar de golpe y ella al notar que no estoy a su lado también lo hace, retrocediendo y poniéndose en mi lugar de nuevo. Sus ojos me observan con gran atención, esperando con ansias mi contestación, que intenta subir por mi garganta, pero se atasca y se queda dentro creándome un gran dolor. 

Luna en el infierno (Completa)Where stories live. Discover now