21: Cleo

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CUATRO AÑOS ANTES

Veo un jarrón girar y me quedo embobado mirándolo, porque no es lo único que da vueltas. Toda la casa está girando, incluso yo doy vueltas, nada está en su sitio.

—¡Xavi! —Cleo viene hacia mí balanceándose. ¡Eso es lo que me pasa! Estoy borracho. Me río por mi estado y ella se sienta a mi lado— Me lo estoy... —para un segundo de hablar y después sigue—, pasando genial.

Se tira encima de mí y me abraza, cuando eso pasa siento una enorme presión en todo el cuerpo. Esta chica abraza muy fuerte. De repente siento una enorme liberación y descubro que ya no está abrazándome, sino que está con sus labios a milímetros de los míos.

Me intento apartar, pero debido a mi estado no lo consigo con rapidez, y ella termina besándome antes de que yo me haya ido.

Cuando llegamos a su casa las cosas han dejado de dar vueltas y ella ha dejado de balancearse, empezamos a estar sobrios, y no sé si eso es mejor o peor, puesto que ella se tira de nuevo hacia mí y me besa con pasión. Mis labios besan los suyos con ansias y pego un pequeño bote al sentir que los muerde con suavidad. La miro y veo cómo se muerde el labio mientras me observa con deseo.

Rompo nuestra distancia de nuevo y beso su cuello con ansia, haciendo que su cuerpo se tense y de ella salgo un pequeño gemido de placer. Cleo pone sus manos en mi pecho y de un empujón me tira hacia el sofá. Vuelve a morderse el labio, creando más deseo en mí y más ganas de tenerla encima de mí. Antes de sentarse sobre mí se quita la ropa, quedando solo con un pequeño tanga. A la vez que me besa el cuello y la oreja me empieza a quitar la ropa, dejándome a mí también con solo la parte de abajo.

Aún con esas dos piezas puestas, lleva mi boca a sus pechos y los lamo mientras ella se mueve encima de mí, haciendo que la tensión crezca aún más y las ganas por entrar en ella sean más fuertes.


EN LA ACTUALIDAD

Fue el mejor polvo de mi vida, y me sentía extremadamente feliz por haber roto la barrera de la amistad con ella, y haber descubierto que ella también sentía algo por mí. Juro que era el hombre más feliz del mundo esa noche. Pero el sol llegó, y ella se convirtió en una persona completamente diferente, como si la noche la transformara.

Después de todo lo que disfrutamos, me dejó más helado que nunca. 

Abro los ojos al escuchar la puerta cerrarse y descubro que la bandeja de comida está en el suelo y que tengo los brazos completamente libres. Tal y como pasó la primera vez, me tiro hacia el bocadillo y lo como con ansia, creo que llevo dos días aquí y solo me han dado dos comidas, mi tripa no ha dejado de rugir con ganas de comer.

Esta vez entre el pan había solo queso, a diferencia de ayer, que era chorizo y queso. Pero no me voy a quejar. Es lo único que me dan, y no tengo la carta para elegir otro plato.

Cuando ya estoy con el estómago lleno me vuelvo a acordar de Cleo, y lo que me dijo al despertar esa mañana.


HACE CUATRO AÑOS

Abro los ojos al sentir una silueta a mi lado y sonrió al descubrir que es Cleo. Observo curioso cómo sonríe en sueños y acerco mis labios a sus mejillas. Intento despertarla con pequeños besos, y cuando lo consigo, dejo de sonreír y sus cejas se arrugan con incertidumbre. Ante esa reacción me alejo de ella aturdido.

—Buenos días preciosa —sonrío de nuevo, contagiado por la felicidad, pero su rostro hace que se me vaya toda la ilusión de golpe.

Cleo me mira con decepción, pero no dice nada, sus enormes ojos marrones me observan con atención, y el silencio que nos rodea hace que toda la piel se me erice.

—¿Qué pasa? —las palabras salen de mí con miedo, no quiero saber qué es lo que pasa. Porque esto pinta muy mal.


EN LA ACTUALIDAD

Y efectivamente, prefería no saberlo, porque lo que vino después me terminó de destrozar.

Cleo me dijo que sentía si yo había malinterpretado algo, que ella no sentía nada por mí, y solo había sido un rollo.

En ese momento no supe qué hacer, ni siquiera cómo salir de allí sin que perdiera dignidad. Pero no se podía, la que me quedaba se había ido con esas palabras. Y ya no era solo el ridículo que había pasado. Sino también el dolor interior, por un amor no correspondido.

Aunque en ese momento no sabía que había algo peor que aún ella no me había dicho.

Luna en el infierno (Completa)Where stories live. Discover now