¿Qué desvela nuestra firma y nuestra caligrafía de nuestra personalidad? Aquí averiguarás lo que supuso la existencia de celebridades, a través de sus autógrafos y escritos.
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Tras una seria reflexión pude enumerarlos y sin lugar a dudas el más lejano en el tiempo es el de la figura nº1.
Usando una caligrafía un tanto escolar, Garbo quedó huérfana de padre entrando en la adolescencia. Sí que se dejó llevar por la coquetería típica de los jóvenes, pues la Divina debió estar muy reclamada por el sexo contrario (pies en forma de "8" largos con respecto al cuerpo central). Sin embargo, era como si esta faceta la hubiera empleado para obtener ganancias familiares o algo semejante ya que "Greta" lanzó un tremendo pico inferior en la "G" del nombre propio.
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La muestra de la fotografía de arriba ya presenta serias variantes. Sin abandonar en absoluto el último rasgo que tratábamos, ya no figuran "8" ni florituras añadidas. Tuvo que ocurrir algo con su mundo sexual que no terminaba de funcionar. Es bien sabido que plantó a su pretendiente en plena boda y las malas lenguas le asociaron cierta relación amorosa con Marlene Dietrich, igualmente fallida. De ahí, quizás ese gesto amarmolado que tanta fama le dio. Y cuando pudo quitarse de en medio y dejar de ser un personaje público, no lo dudó. La barra de la "t" sobre elevada, la presión firme y la ascendencia de la letra, hablan de ello. Planificó fríamente la trayectoria a seguir con su vida, pues la que tenía no era la que le llenaba realmente.
La figura nº3 sí ofrece una fecha exacta: 1983. Por supuesto, por aquel entonces ya estaba llevando una vida retirada y consiguió crear la leyenda. Llama la atención el barrado de las "t" casi fuera de la realidad. Al despegarlo de la vertical podemos suponer que se refugió mucho en los recuerdos. El cierre de los óvalos sugiere terquedad e interiorización.
La formación de los números muy presionada viene a recalcar el orgullo personal que tenía de no depender de nadie, ni de hombres ni de mujeres para hacerse cargo de sí misma. Al usar mayúsculas en el cheque, reafirma precisamente esta idea. Pero su firma sigue siendo parecida, aunque en minúsculas. La sencillez fue su compañera hasta la lápida, donde la autora de la misma eligió una en la que la "t" por fin parece estabilizarse, ni para arriba ni para abajo. Es como un decirnos desde el más allá: "Por fin, descanso en paz."
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Del 18 de septiembre de 1905 al 15 de abril de 1990
