Posee una personalidad muy individualista conseguida a lo largo de su trayectoria por la experiencia personal acumulada.
Poco amiga de dejarse conocer por extraños, personaliza el conjunto de su firma hasta asemejarse a un auténtico crucigrama: hay que desglosarlo con sumo cuidado para entrar dentro de su cerebro y comprenderlo.
Al final del apellido sí detectamos una clarísima "z" cuya grafía está elegida con el pie típico de todos aquellos que han de estar ligados al mundo del glamour. En realidad, podría haberse evitado el esfuerzo simplificando esta letra sin más.
Pero la palabra individualismo no está reñida con la de apoyo familiar. Es consciente de la responsabilidad personal a la que se ve sometida por su profesión, pero si esta se cimenta en la ayuda incondicional de un compañero de verdad, el triunfo está servido.
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Análisis grafológicos de personajes históricos (I)
Non-Fiction¿Qué desvela nuestra firma y nuestra caligrafía de nuestra personalidad? Aquí averiguarás lo que supuso la existencia de celebridades, a través de sus autógrafos y escritos.