De escritura muy viva y vibrante, Coco Chanel desde luego no poseía la caligrafía típica de una jovencita recién salida de un colegio de monjas sino la de una mujer a la que nadie le regaló nada y que tuvo que defenderse de una salvaje competencia (algunas terminaciones hacen de escudo protector).
Algo que ilustra perfectamente la desconfianza que debió acompañarla durante toda su vida, es el hecho de que repitiese en dos ocasiones la plasmación de su firma. Si observáis detenidamente en el margen derecho, la diseñadora tenía la precaución de imitar los papeles judiciales donde nadie salvo ella misma pudiera añadir ni una palabra más.
La parte poética y creativa de sí misma radica en el hecho de que escribiese alguna reflexión a modo de verso. La directa unión de las barras de la "t" con la letra siguiente apoya la formación de nuevas ideas.
Y si antes os decía que se hizo a sí misma, tampoco hay que descartar el hecho de que se buscase alguna que otra trampita para granjearse contactos que favoreciesen su empresa (base regresiva de las "s" y finales excesivos como en la palabra "world"). Supo triunfar gracias a que sus ideas vivían dentro de ella guardaditas bajo muchos cerrojos (óvalos impecablemente cerrados).
Del 19 de agosto de 1883 al 10 de enero de 1971
CZYTASZ
Análisis grafológicos de personajes históricos (I)
Literatura Faktu¿Qué desvela nuestra firma y nuestra caligrafía de nuestra personalidad? Aquí averiguarás lo que supuso la existencia de celebridades, a través de sus autógrafos y escritos.