Análisis grafológicos de personajes históricos (I)

**Marilyn Monroe**

Como podréis suponer, cada uno de nosotros no escribimos siempre de la misma manera. Con la experiencia personal a través de esta existencia, vamos adaptando las grafías a las necesidades del momento y podemos encontrarnos con diversas carencias u añadidos. Para determinar el control emocional del analizado necesitaremos una cantidad de muestras de escritos (cuántos más, mejor) sabiendo de antemano las fechas aproximadas que nos permitirán ser veraces en el acercamiento de su propio perfil en cada uno de estos instantes.

FIRMA PRIMERA (alrededor de 1950)

Es evidente que a pesar de todos los contratiempos habidos y por haber a Norma Jean Baker la vida le sonreía. Su resplandeciente juventud rebosaba por cada uno de sus poros casi comiéndose literalmente los clichés fotográficos para los que posaba. La redondez de las "M" se ven coquetamente representadas por unos bucles que nos recuerdan quizás unos rizos traviesos al viento. El tamaño de las mismas son considerablemente mayores que el resto de las minúsculas, por lo que era muy consciente del efecto que causaba su natural belleza. Como la escritura avanza hacia el lado derecho del papel, podemos entrever que esperaba un futuro para sí misma mucho más prometedor del que ya disfrutaba, por lo que caminaba hacia él quizás de forma ingenua y confiada. Esperaba desesperadamente tener un bebé.

En la "y" que se enlaza con la "l" siguiente, la trayectoria del pie es claro y bien delimitado. Rodearse de lujos no está reñido en absoluto con las relaciones sociales. Saberse querida e incluso adorada la hacía sentirse especial.

FIRMA SEGUNDA (alrededor de 1954) 

Presumiblemente y dado que también aparece la firma de su esposo Joe DiMaggio, la pareja estaba a puntito de dejar de serlo. No es lo mismo firmar sobre una superficie plana que sobre una pelota de béisbol, eso se sobrentiende, pero la parte emocional de Marilyn le gastó alguna que otra mala pasada. Las "M", en esta ocasión, parecen no ser realizadas por la misma mano: fragmentada en dos bloques bien delimitados y acortando su nombre para resaltar el apellido artístico el cual acaba elevándose por encima del autógrafo. 

Llama la atención que su marido, sin embargo, parecía encontrarse totalmente en su salsa. El trazo general con el que firmó no presenta altibajos, ni torsiones, ni tampoco diferencias de presión. En realidad, Norma estaba descontenta con esta convivencia y se agarró a su nombre artístico para convencerse de su propia valía. Sabía que el divorcio estaba a la vuelta de la esquina.

Arthur Miller terminó su relación con Norma y esto la hirió en su amor propio. Entró en una fase donde se mezcló la rabia con la vanidad y el egocentrismo. "¿Por qué siendo tan maravillosamente atractiva me consideran tonta?" debió preguntarse.

Se acabaron las "M" curvas y las "y" ligadas. El sobrealzado general habla de una dolorosa mutación que ya no la iba a permitir ser la misma. 

Personalidad rimbombante que pisaba fuerte, encandilándole sin remedio a ser el centro de todas las miradas.

Altiva, con una sensualidad rallante, nos hace suponer por la bajada abismal de su escritura y los arpones que luce, que las prácticas sádicas la divertían en exceso experimentando con ello hasta donde podían llegar sus parejas. Y es que Marilyn en el sexo, era una bomba de relojería, totalmente directa y con poquitos juegos preliminares porque el juego era ni más ni menos que ella misma, su imagen y sus curvas enloquecedoras. No es necesario hablar de su coquetería. Encantar a los caballeros y poner a las damas celosas: una meta. Su arcada en Monroe la convertía en triunfadora preocupada por todo tipo de asuntos monetarios de forma exagerada, pero en el fondo usaba todo esto por una necesidad real de ser amada como de niña nadie la amó. 

Seguramente echó de menos la maternidad que nunca pudo experimentar; pues el único propósito de sus matrimonios desembocaron en la maternidad con intentos más que frustrados.

Del 01 de junio de 1926 al 04 de agosto de 1962