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"Lo siento, mi sesión duró más de lo esperado", salias de la pequeña habitación donde tu Psicólogo te atendia, saludando a tu pareja.
"No te preocupes, no es molestia pequeña", pasó su brazo por encima de tu hombre acercando tu cuerpo al suyo.
Se encaminaban para salir afuera del edificio, Mitsuya te habia invitado a cenar a su casa y sin ningún problema habias aceptado.
"¿Y... Cómo te fue hoy?", giraba sus ojos a un costado mietras daba un bostezo.
"¿Bien?... Aunque el psicólogo dice que estoy mejorando desde que empecé", con emoción en tus ojos y con tus puños cerrados le comentabas. "Aunque aún tengo mucho miedo de encontrarmelos de nuevo, aún me da escalofrios".
"Eso es algo obvio, paso hace menos de 5 meses. Pero te he visto muy bien estos días, estás mejorando, en serio", una pequeña sonrisa se escapaba de sus labios, alegrandose de tu gran avance.
Los pongo en contexto, hace aproximadamente 4 meses habias sufrido un intento de abuso sexual, en donde los 3 victimarios te habian torturado por más de 3 horas y no te llegaron a abusar sexualmente por las pocas agallas. Mitsuya se habia preocupado ya que no volvias de la sesión con el psicólogo y arleto a las autoridades, salvandote justo a tiempo.
...
"¡Qué rico!", tu ojos se cerraban del placer al probar la sopa preparada por Mitsuya, este hombre realmente era lo mejor que habia en el mundo. Abriste de nuevo tu boca dejando entrar la cuchara mandada por tu novio.
"¿Quieres un poco más?", asentiste mientras comias otras dos cucharadas mas. Tus ojos se cerraban, ya estabas llena y el sueño comenzaba a apoderarse de tí. "Tiene sueño", dijo en sus adentros mientras dejaba el plato en tu mesita de luz, te acercó un vaso de agua para no tener la boca seca, limpio los restos de comida que tenías en tus labios. Te acostó suavemente, arropandote y dejándote calentita. "Yo voy a comer, duerme un poco, ¿si?", dejo un pequeño beso en tu frente alejándose de la cama.
Apagó la luz de la habitación, dejando la luz de la lamparita de la mesa de luz prendida, ya que sabe que le temes a la oscuridad, dejo atrás la habitación mientras daba un suspiro. Él también tenia sueño, pero sabia que en cualquier momento te levantarias por una pesadilla o temor de noche, algo que siempre sucedia.
Las horas pasaban y todo estaba tranquilo en el departamento de Takashi, tranquilamente miraba un película mientras comía unos dulces de por ahí. De un momento a otro, un grito proveniente de tu habitación se escuchó, esto alertó rápidamente al adolescente. Subió a paso apresurado, abriendo la puerta mientras te observaba dando vueltas en la cama, dando quejidos y dando golpes al aire.
Se acercó a tu cama, dándote un toque suave en tu brazo izquierdo, no reaccionabas y seguias dentro del sueño. "Despierta, cariño despierta", sujetó tus hombros, sacudiendote mínimamente sin hacerte daño. Tu respiración se irregulaba y tus ojos se abrieron en un parpadeo, observando el espacio que rodeaba tu cuerpo, dándote cuenta de que estabas a salvo, estabas en casa. Observaste la figura de tu querido novio, te lanzaste a tus brazos mientras sentias como tu cuerpo comenzaba a temblar, el sueño se sentía real, muy real.
"Estás a salvo, ¿me oyes?. Estamos a salvo", susurraba en tu oido suavemente, apretando de nuevo el agarre del abrazo. Comenzaste a realizar el ejercicio que el psicólogo te aconsejo, entre tus adentro contabas *1... 2... 3... 4... 5... 6... 7... 8... 9... 10... 11... 12* , contaste hasta que tu mente se despejó y tu respiración se calmaba.
"¿Ya?", preguntaba sin separarse, pero mirándote a los ojo. Simplemente asentiste mientras respirabas por la boca. "¿Quierés seguir durmiendo o tomar leche?", susurraba nuevamente, separándose de ti mientras plantaba un beso en tu frente.
"Quiero seguir dumiendo, pero ahora contigo", tu mirada era baja, tenias vergüenza de mirarlo, siempre pasaba pero, jamás te acostumbras a que te trate tan bien.
"Fue mi culpa, lo siento", se disculpaba mientras se despojaba de sus zapatos y blusa, acostándose a tu lado, suspiraba profunde y parpadeaba lentamente.
"No, no lo -....", fuiste interrumpida por parte del adolescente que colocaba su pulgar en tu boca.
"Shh, fue mi culpa. Sé que le temes a dormir sola y últimamente has tenido pesadillas más frecuentes, aún asi, te dejé dormir sola en la habitación, fue mi error, fue un gran error. Pero cuando quieres y cuando lo necesites puedes pedirme que duerma contigo, ten confianza. Sabes que jamás haría algo para lastimarte, ¿si?", apagaba la lamparita, cuando él se encontraba allí, el miedo se iba y no volvia, él era aquel quién te hacia sentir bien, segura y especial.
"Gracias por todo Mitsuya", perezosamente sonreias mientras el sueño se volvia a apoderar de tu cuerpo, te dejaste llevas, cerraste tus ojos, apoyando tu rostro en su pecho, sintiendote segura.
El adolescente sonrió ante esto, él siempre te vio como alguien a quién siempre debía porteger y cuidar, siempre te vio como aquella mujer que era para él y que el destino te habia puesto en su camino. Eras su novia, su amiga y su familia, eras su todo y sabia que él también lo era para ti.
Imitandote, cerró sus ojos y apoyo su pera suavemente en tu cabeza mientras daba un besito allí, entregándose a un profundo sueño juntos.
¡Hola!, lamento esta pequeña "inactividad" (aunque fueron casi 6 días), pero realmente la escuela me ha estado teniendo ocupado (además de romper las pelotas con tareas y resúmenes), pero he estado escribiendo borradores para este libro y se publicarán durante la semana :D.
