55| Hajime Kokonoi

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Esto se sitúa en un mundo alternativo, espero que no les importe.

Esto se sitúa en un mundo alternativo, espero que no les importe

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Tallaste tus ojos de forma perezosa, aún te estabas acostumbrando a la luz radiante que entraba por tu ventana, bostezaste al fin despertándote mientras te sentabas en la cama y estirabas todo tu cuerpo adolorido.
Miraste a un lado y luego al otro buscando a Kokonoi pero no lo veías, esto te causo un poco de nervios pero sabías que no se había ido, él dijo que jamás te dejaría pero ese miedo aún vivía en ti como el primer día que llegaste con Koko.

Te bajaste de la cama y te colocaste tus pantuflas de gatito, amas esas pantuflas. Te dirigiste hacía abajo mientras bajabas las escaleras, llamaste al buscado pero no hubo respuesta, lo llamaste de nuevo pero esta vez recibiste una respuesta por parte de él, fuiste a donde provenía el sonido y te encontraste con Koko sentado en la mesa del comedor mientras estaba realizando alguna tarea de su trabajo.

"Koko". Lo llamaste acercándote a él, abriste tus brazos, dándole a entender que querías un abrazo. Este notó esto, asi que se alejo un poco de la mesa y dejo que te sentaras en su regazo. "Pensé que no estabas". Te quejaste, apoyando tu cabeza en su pecho.

"¿Lo pensaste?". Sentiste una vibración debido a que el más alto se había reido por lo que dijiste. "Te dije que nunca me iría". Alzo tu rostro, quedando cara a cara. "Creeme, siempre estaré para ti, cariño". Asentiste ante esto, aunque aún no estabas muy convencida, dejaste ese pensamiento de lado.

Seguiste en su regazo bastante tiempo, realmente no sabías cuanto tiempo había pasado pero no le prestaste atención a eso, te sentías muy cómoda con él. Todo iba bien hasta que tu estómago comenzó a hacer ruiditos, avisando que necesitaba comida y si, aún no habías comido nada desde que te levantaste.

"Prece que alguien tiene hambre". Pensó Koko en su interior y luego habló. "¿Qué quieres comer?". Aún seguía trabajando pero su mano izquierda estaba acariciando tu cabello de forma suave y tierna y esto te causaba un poco de sueño.

"Lo que sea". Te quejaste un poco mientras agarraste aquella mano que te acariciaba para jugar con sus dedos largos, esto le causo ternura al chico.

"Creo que te gustan mucho mis dedos". Se carcajeó y tiró de tu brazo, quedando aún más pegados. "Creo que es porque sabes lo bien que te hacen sentir". Tu rostro se transformo en un tomate mientras te encondias entre tus manos.
El chico negó de forma divertida, decidido a preparar una comida para ti, se paró de la silla contigo pero este te dejó sentada allí para que lo esperaras mientras el terminaba, agarró sus netbook y se retiró a la cocina.

El pelinegro se encargo de hacer una comida liviana para la hora debido a que recién estabas levantada y no quería que tu estómago duela luego de alimentarte, terminó de hacer tu comida, el cuál consistía en un sándwich de jamón y queso y una tostada untada con queso descremado por si seguías con hambre.

"Toma, come". Te entregó el plato acompañado con un vaso con agua. Comenzaste a comerlas y el chico estaba atento a tu rostro, teniendo miedo de que algo le hubiese quedado con sabor feo.
"¿Está rico?". Su rostro se torció en una mueca, solo asentiste de forma tierna y este se alivió totalmente.
Terminaste de comer y enseguida Koko se encargó de ordenar lo usado, se sentó de nuevo a tu lado y acarició tu cabeza de forma tierna. "¿Comiste bien?". Volviste a asentir y este sonrió. "Genial, eso esta bien". Cuando terminó de hablar te paraste de la silla y te sentaste en su regazo, buscando atención y mimos. "Alguien anda muy mimosa, ¿no?". Te sujetó de tus muslos, acariciandolos un poco.

"Te extrañé estos días, trabajas mucho". Levantaste tu cabeza para mirarlo de forma tierna, intentando manipularlo.
"Sé lo que tratas de hacer pequeña tonta". Te agarro del cuello, acercándote a él y sus labios quedaron peligrosamente cerca. "No lo vuelvas a hacer". Su mirada era seria y enseguida plantó sus labios encima de los tuyos de forma ruda.
Sus labios eran suaves pero estos se movían de forma brusca, buscando más contacto, una de sus manos fue a parar a tu cuello que te impedía separarte de él.

"Sé que me extrañaste pero debes entender que papi debe trabajar mucho para darte los lujos que tienes cariño". Se separó de su beso, siendo unidos solo por un hilo de saliva. "¿Entiendes cariño?". Asentiste y este acarició tu cabeza con cariño, volvió a unir sus labios con más desesperación, aquel beso demostraba cuanto lo habías extrañado todos estos días, su lengua jugaba con la tuya de forma descuidada. Sin separarse de aquel beso, este te levantó e hizo que envuelvas tus piernas en su cintura y sin previo aviso te sentó en la mesa, abrió tus piernas para colocarse en medio de ellas. Se separó del beso pero antes de eso te mordió ligeramente el labio provocando un gemido sonoro de tu parte.

"Parece que si me extrañaste". Este se río de ti por tu apariencia debido a que estabas agitada y tu cabello estaba bastante alborotado. Comenzó a quitarte tus prendas de la parte inferior de tu cuerpo, te sacó tus pantalones y dejó puestas tus bragas ya que estas serían retiradas más adelante.
Desvío su atención hacía tu cuello, dejando leves besos humedos los cuales provocaban un pequeño cosquilleo en tu parte baja, insicandote que te estabas exitando y este disfrutaba de esto, estos besos fueron bajando hasta tu clavícula, dejando leves marcas rojas en esa zona, siguió su camino hasta llegar tus pechos que estaban tapados por tu sostén y juguetonamente lo sacó con una sonrisita, acercó su boca a estos, dando pequeños besos alrededor de tus pezones, causando que se erecten. Debido al tacto que estabas teniendo por parte de Koko, trataste de tapar tus pequeños gemidos con la palma de tus manos, intentando hacer el menor ruido posible debido a que te daba bastante vergüenza hacerlo.
Por su parte, al chico no le agrado para nada esto y frunció su ceño mientras sus ojos te miraban hasta el alma.
"¿Por qué te tapas? Quiero oirte, gime todo lo que quieras". Te susurro mientras te tiraba bruscamente del pelo, causandote un pequeño dolor en tu cuero cabelludo.

Sus labios se volvieron a estampar contra los tuyos de forma desesperada como la primera vez, mientras sus labios atacaban los tuyos, sus manos se fueron hasta tu zona intima, frotando levemente en este lugar, gemiste ante este tacto y este sonrió, siguió frotando levemente tu clitoris y esto causo que gimieras aún más alto, definitivamente él sabía como tocar tu cuerpo.
"Se siente bien". Te retorcias sobre la mesa mientras que el placer te inundaba completamente. Al darse cuenta de esto, sus movimientos se volvieron más tortusos, sus dedos comenzaron a moverse más lento, haciendo que el placer se intensifique más.

"Mírate, tan excitada y sumisa, que buena chica". Volvió a reírse de ti mientras sentía como tu cuerpo comenzaba a temblar y tu orgasmo se sentía aún más cerca que antes.

Tu cuerpo comenzó a temblar, apretaste su brazo, el cuál estaba frotando tu zona sensible, tu pelvis se movia al compás del movimiento de sus dedos, acercaste tu boca a la suya, tratando de callar los gemidos que vendrían. Al sentir como tu cuerpo se contraía, apoyaste tus dos manos en su pecho, aprentandolos mientras todo el placer se iba poco a poco de tu cuerpo.
"¡Mmh!". Gemiste al sentir como el cosquilleo de tu vientre se desplazaba por todo tu cuerpo, dejaste escapar un suspiro de cansancio mientras que el chico te miraba de forma insatisfecha.
El chico paso sus dos dedos mayores por tu entrada, tocando toda la humedad que tenías debido a lo que había sucedido, metió un dedo sin avisarte y esto causo un dolor como si fiera una punzada pero antes de que puedieras hablar este te alzó para llevarte a la habitación que compartían sin despegar sus dedos de tu entrada.

"Vayamos a la habitación que necesito estar dentro de ti ahora mismo o voy a enloquecer".












Este es uno de los capítulos que les había prometido, espero que les haya gustado ♡

































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