38|Haitani Ran

6.1K 385 32
                                    




¿Acaso eres un bebé?

El mayor daba un suspiro fuerte, inflaba su pecho de una manera exagerada

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El mayor daba un suspiro fuerte, inflaba su pecho de una manera exagerada. Al ver que no lo mirabas, volvió a hacerlo pero esta vez con más exageración.

-¿Qué querés?- Lo miraste fijamente.

-¿Yo?- Se señalo a si mismo, fingiendo estar ofendido
-Nada-

-¿En serio?, ¿entonces porque suspiras como perro resentido?- Con una mirada juzgadora le decias.

-Bueno... Hay algo en especial que quiero que hagas- Desviaba su mirada, apretando sus labios con duda.

-Soy todo oidos- Diste una respuesta obvia, agitando levemente tus manos.

-¿Me haces las trencitas que me gustan?- Te daba dos colitas de pelo, las cuales siempre usabas para jugar con su largo pelo.

Simplemente hiciste una seña con tus manos para que se diera vuelta y realizarle el famoso peinado que él ama.

-Hacelas del mismo tamaño por favor, Rindou la otra vez se río de mi por eso-

-No prometo nada- Soltaste una pequeña risa mientras terminabas la primera.

Pasaron los minutos y las dos trenzas ya estaban hechas, se las mostraste de diferentes ángulos. Parecía que iba a llorar de lo lindas que quedaron, ¿tan buena eras?.

-Te amuu- Hinchada sus labios para un piquito, le diste una y simplemente salió corriendo de la habitación. Sin dudar un segundo, supiste adónde iba.
Iba a buscar a Rindo.




(...)


-¡Deja de romper las bolas Ran!- Gritaba el menor de los Haitani, dándole una patada en el estómago a su hermano mayor.

-Mucha envidia en esta habitación... Pero te entiendo querido hermano, yo también lo estaría si tuviera una preciosa novia que me hace todos los días mis hermosas trencitas- Mostraba su cabello, riéndose con malicia.

-Deja de joder con la envidia de mierda, ¿quién te va envidiar?. ¡Pareces un puto bebé Ran!- Cerraba sus ojos con frustración. Simplemente se fue de la habitación, no aguantaría un momento más con su hermano.

Sin avisar, el menor volvió a la habitación, pero solo se quedo en la puerta.
-¿Sabe teñir?- Desviaba su mirada.

-Si, pero me insultaste y se lo voy a decir- Cruzaba sus brazos, sabia que se saldría con la suya.
-Ademas me diste una patada pedazo de mal parido- Se fue de allí sin decir nada más, riendose por lo bajo. Llego a dónde estabas tú y su actuación comenzó.

-¡____!- Fingía tener lágrimas en sus ojos.

-¿Cuál va a ser tu hermosa mentira hoy?- Le dabas una pequeña sonrisa.

-Oww, pensé que está vez me creerías- Su hombros se aflojaron, símbolo de decepción por la situación.

-A ver- Frotaba tus dedos por tu sien.
-Ven, ven aqui conmigo- Él simplemente obedeció y por esto se llevó un golpe en su nuca.

-¡Ah!... Perdón- Apoyaba su cabeza en tu pecho.
-¿Ahora te puedo pedir mimitos cuando quiera?- Pequeños ruiditos salian de su boca, como un pequeño quejo de toda la situación.

-Si, siempre cuando quieras un poco de amor, veni-

Los ojitos de Ran brillaron cuando terminaste de hablar, te abrazo aún más fuerte mientras le acariciabas suavemente su cabello.











¡Holap!, lamento nuevamente la inactividad de casi una semana :(
Pasó un accidente de índole personal y no tuve el tiempo ni las ganas de escribir. ¡Perdón!







tokyo revengers Where stories live. Discover now