Idea dada por Angiextwxfvstk
Advertencia: se tocan temas sensibles como; intento de abuso, trastornos alimenticios (tca) y suicidio. si alguna de estas advertencias no es de tu agrado, por favor, espera al siguiente capítulo.
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Ese sentimiento, esa sensación de que, aunque estés rodeada de gente sientes que estás sola, sientes que todo tu cuerpo esta en tu contra. Aunque no lo desees, eso siempre seguirá allí.
Ser una adolescente de dieciséis años tiene muchas ventajas y desventajas, pero jamás te has puesto a pensar en esas cosas malas, simplemente querías disfrutar de todo lo que te sucedía. Amabas comer, cantar y quedarte en casa para estar tranquila, tenías amigos sí, no eran muchos pero preferías calidad antes que cantidas o bueno, eso pensabas. Te gustaba hacer lo que socialmente es normal, te agradaba salir, viajar y divertirte haciendo cosas absurdas.
Pero luego de decir todo esto, debo decir que hay situaciones que nos desbordan y los sentimientos terminan dañando y aunque no las haya, muchas veces los sentimientos suelen dañarselos uno mismo.
Habías salido con tus amigas a almorzar, hacia mucho tiempo que no se veían, todas pidieron lo que deseaban pero un comentario te hizo pensar sobre la situación.
"Oye (N), creo que deberías pedir algo bajo en calorias, no quieres engordar ¿no? Te lo digo como amiga" harumi, tu mejor amiga había estado toda la tarde opinando y hablando sobre tu cuerpo, pensabas que no era nada ya que creías que en verdad lo hacía por tu bien, por lo que tuviste en cuenta sus palabras. estos comentarios siguieron durante todo el día y en donde salían también, entendías que querían cuidarte y entonces te diste cuenta que estos comentarios estaban bien, eran tus amigas y lo hacían para cuidarte, ¿no?
En las siguientes semanas, aproximadamente dos, estuviste totalmente pendiente a lo que comías ya que habías decidido en ponerte a dieta para no engordar y poder tener atención de los chicos, era tal y como decían las chicas, delgada era igual a bonita pero si eras gorda no era así, o bueno, así eran sus comentarios que terminaron carcomiendo tu cabeza.
A la siguiente salida con tus amigas quisiste arreglarte bien para que puesan ver tu cambio, debido a lo extrema que era tu dieta en solo dos semanas habías bajado cinco kilos y medio, esto era un logró para tí y quería que te halagaran.
Llegaste a donde estaban tus amigas y viste como sus ojos se ampliaron, la primera en hablar fue harumi. "Has adelgazado como te dije, te ves mas linda que antes" te halago como nunca lo había hecho y ahora todas las chicas que nunca te había hablado lo habían hecho.
Esto mismo te impulso a seguie haciendolo y no solo eso, era también tu subconsciente, este te advertía y te restringía de ciertos alimentos, por ejemplo cuando querías comer pizza tu subconsciente te ayudo diciéndote; "¿vas a comer esa porción? Hoy no hiciste nada para ganartelo, deja de comer tanto" esto hizo que tus calorías consumidas en los siguientes días sean mínimas, quiza la mayor cantidad que consumias eran solo cuatrocientas por día, un número bajo pero estabas llegando a tu peso llegado. Por que claro, cabe recalcar que antes de esto tenías un peso sano para tu altura, medias 1.65cm y pesabas 57kg pero ahora habías bajado a 50 kg.
La noche había llegado y estabas regresando a casa después de un largo y desgarrante entrenamiento, pasaste por muchas tiendas y las ganas de comprar algo para comer aprecian pero más allá de esto lo hiciste, ¿por qué? porque habías hecho algo para merecerte comer esas calorias, por lo que lo compraste. durante el camino sentías como una presencia detrás de ti y jurabas que podías escuchar tus pasos por lo que aceleraste el tranco pero no fue suficiente porque aquella persona te empujó contra la pared descaradamente ya que, al estar la calle desolada no habia nadie que te ayudase. el tipo sin perder el tiempo empezó a besar tu cuello mientras hacia comentarios desagradables que no hace falta mencionar, tratabas de gritar pero nada salia. pataleabas y dabas manotazos pero el hombre no se separaba por lo que decidiste dejar de insistir y dejaste que hiciera lo que debía hacer pero algo sucedió, el tacto de sus manos desapareció haciendo que abrieras tus ojos con miedo y allí viste a dos chicos rubios, el más alto estaba golpeando a tu atacante y el más pequeño se acercaba a ti para poder hablarte.
