☻︎Le comentas a tu pareja sobre su pensamiento de ser insuficiente☻︎
RAN HAITANI
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Estaba confundido al escuchar semejantes palabras de tu boca, ¿acaso te había descuidado por el problema de las pandillas?. Te tomó de la mano, acariciando la parte externa de la misma.
-¿Qué necesitas?. ¿En qué falle?- Se incaba a tu altura ya que estabas sentado de piernas cruzadas en el sillón de cuero de la sala.
-Necesito sentirme suficiente... Con tu ayuda Ran- Subias tu mirada con una poco de temor. Estirabas tu mano, acercando su brazo hacía tu mejilla derecha.
-Debes tenerme confianza boba- Acariciando suavemente tu mejilla mientras daba una pequeña sonrisa coqueta. Algo muy común en el comportamiento de este hombre tan hermoso. -Se qué me contaste sobre tu pensamiento sobre tí y soy bobo por no ayudarte a arreglarlo, ¿me perdonas bebé?- Ponía cara de perrito mojado, frotando su mejilla con la tuya. En forma de afecto.
Solo asentiste ante esto y al final Ran tuvo varias charlas contigo sobre el amor propio y la confianza. Te hablo acerca de cuanto le importas y cada día al despertar te recordaba cuanto te apreciaba y que era demasiado afortunado por tenerte.
YUZUHA SHIBA
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Se quedo estática ante tu confesión. ¿Acaso su actitud te hizó sentir asi de insuficiente a comparación de ella?. A una velocidad inexplicable se abalanzó hacía tí, dándote un abrazo cálido y cariñoso. Intentando demostrar con este contacto fisico su amor por ti.
-¿Dije algo que te hiciera sentir asi?- Con dificultad hablaba, ya que su mejilla estaba chocando con tu cuello.
-Solo me siento asi Yuzu- Susurraste, sin ganas de discutir acerca del tema.
-¿Desde hace cuanto?- Daba un pequeño beso en tu mejilla.
-Unos dos meses... No quise decirte por tus problemas con tu hermano mayor- Desviabas la mirada de sus ojos, te sentías avergonzada de aquello.
No dijo ninguna palabra, simplemente te abrazó aún más fuerte mientras susurraba unos pequeños halagos sobre ti. Necesitaban hablar de esto y cuando estés lista ella daría el primer paso para charlar.
NAHOYA KAWATA
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Escupió parte de su agua cuando simplemente le echaste aquellas palabras en su cara. Sus ojos se abrieron y su boca se bajo lentamente, su sonrisa se borro y sus ojo se dejaron ver. Está era la primera que esté comportamiento se veía en él.
-Eh... ¿Escuché bien?- Apoyo sus manos en la mesa con violencia, haciendo un fierte ruido, asutandose un poco.
-Siento... Siento que no merezco estar a tú lado- Apretabas suavemente la tela de tus jeans, sientindo como las lágrimas querian escapar de tus ojos. Odiabas aquello, tu sensibilidad no te permitía explicar lo que sientes o hablar acerca de tus problemas.
-¿Alguien te hizó sentir asi?- Negaste. -¿Es mi culpa?- Volviste a negar. -Eh, dame un segundo. Te sientes insuficiente, pero nadie te dijo nada para sentirte asi, ¿no es asi?- Esta vez asentiste. -Ven aqui- Hizó una seña con sus manos, te acercaste y esté te sentó en su regazo. Haciendo que pongas tus brazos al rededor de su cuello mientras daba un pequeño gran beso en tus mejillas y frente. -¿Quieres charlar sobre eso?- Volviste a negar. Él solo asintió internamente mientras murmuraba un "te amo" antes de volverte a aplastar con sus enormes brazos.
TAIJU SHIBA
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Simplemente se cruzó de brazos, ¿qué se suponia que debía a hacer?. No sabia nada acerca de ese tema de chicas (según él era un tema de chicas).
-¿Y qué quieres que haga?- Alzó su voz mientras te atraía hacia él. -Quiza un buen sexo te haga sentir mejor- Intentó besar tu cuello, con el plan de dejar un chupeton. Pero simplemente lo alejaste, no tenías ganas de soportas esta actitud ignorante de esta persona llamada "novio".
-No... No quiero hacer eso- Nunca antes te habías negado a sus insinuaciones, esto lo sorprendió pero también lo enojó.
-Vete a la mierda, ¿quieres?- Una vena se mostraba en su frente, parecia que iba a estallar. Pero está vez no te dejarías intimidar por su gran tamaño.
-Genial... Vete a la mierda también Taiju- Te alejaste sin quitarle los ojos de encima. -Pero no quiero reproches, ¿escuchaste?- Ya no podías soportar estos ataques de Taiju, necesitabas un tiempo y ser observada por un profesionas. Solo te fuiste de allí, dejandolo solo y con la palabra en la boca.
La ira lo carcomia, pero su poca voz de razón se hizó presente. Simplemente suspiró y se dejó caer en el sofá. Habia perdido a otra mujer perfecta por sus acciones y pensamientos, se odiaba.m
