Idea dada por: notengoo123nolmbre
TAKASHI MITSUYA
-¿Qué es lo que te pasa?, llevas semanas así de irritante- Te observaba con confusión, sabía que algo andaba pasando pero no sabia exactamente qué.
-Solo estoy estresada por la escuela, es todo- Rodaste los ojos, cansada de la misma discusión cada vez que llegabas de la escuela.
-Esto ya no es solo por la escuela, hay algo más y quisiera que me lo dijeras- Te observó mientras suspiraba.
-Takashi lo digo en serio, no me pasa nada-
-¿Lo dices en serio?. Te escucho llorar todas las noches en el baño antes de acostarte conmigo. No me jodas ____- Te dió la espalda, rumbo hacia su habitación compartida.
Takashi se retiró de la sala, dejándote sola allí. Te dejó ahi mientras que tus sentimientos se cruzaban y todo lo que te sucedia se acumulaba. Estabas en tu límite.
Las lágrimas comenzaron y con ellas los temblores también, estabas cansada e irritada de todo, de tu vida y de está situación.
Fuiste a su habitación, dejando un rastro de pequeñas gotitas por las lágrimas que ibas soltando.
Tocaste la puerta, esperando a que Takashi te atendiera y así fue.
El adolescente te observó en el estado que te encontrabas y entendío. Otro ataque de ansiedad.
-Lo siento- Tu temblorosa mano se posicionó en su pecho, intentando acercarlo a ti.
-Ven aqui pequeña- Colocó sus manos en tu cintura, acercándote más a él.
-Llorá todo lo que necesites, estoy aqui- Una de sus manos subía hasta tu cabello, acariciandolo suavemente.
Tu rostro permanecía en su pecho, deseabas desahogarte por todas estás situaciones que te estaban afectando y que te hacian sentir como una mierda.
Tus sollozos se escuchan aunque eran ahogado por el pecho del contrario. De vez en cuando golpeabas tu cabeza con tu puño llena de ira. Tus puños también golpeaban a Takashi, él decía que no le dolian pero sabias que sí.
-Lamento haberter forzado a decirme lo que te sucedía. Lo siento en serio- Susurraba en tu oido mientras se balanceaban lentamente.
-...- Deseabas decir algo, pero parecía que tu boca estaba cosida. Solo te mantenias en sus brazos, aquellos brazos que te proteguan del muendo exterior, que te protegian de todo lo malo.
-G... Gracias- Soltaste mientras te aferrabas todavía más a él.
-¿Nos acostamos o charlamos?- Susurró en tu oido mientras esperaba tu respuesta.
-No quiero hablar- Ya te habias calmado pero las lágrimas todavía caían de tus ojos y los temblores aún no cesaban, así optaste por dormir un rato...
-A domir se ha dicho- Te alzó mientras te daba un pequeño beso en tu cabello...
RAN HAITANI
Cómo todos los mediodías, salías de la universidad mientras observabas tu exterior, buscando a tu pareja.
El mayor de los Haitani estaba apoyado en la pared de la entrada de la institución, mirándote con una sonrisa pero se sorprendió al ver que tu no lo recibias de la misma forma que siempre lo hacias. En cambio, tu mirada era triste y desganada, arrastrabas tus pies mientras mirabas a todos lados.
Ahí lo viste, tan sonriente como siempre, fuiste corriendo hacía él mientras te abalanzaste contra él.
-Hey... ¿Qué sucede?- Te observa con preocupación, acariciando tu cintura dulcemente.
