17 | A 110,759 kilómetros de la luna.

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HUNTER

Desde le alfeizar de la ventana miro el cielo inundado en estrellas. Una pequeña estrella fugaz pasa a rápida velocidad, desvaneciéndose tan pronto como ha aparecido. Y una lágrima se desliza por mi mejilla con ella. Los leves ronquidos de Lexie resuenan a lo lejos, en mi cama. La miro por encima del hombro y una leve sonrisa aparece en mis labios cuando recuerdo las palabras que me dijo después de haber entrado tras hablar con Harry:

—Te mereces a alguien que, con solo mirarte, haga que los planetas estallen.

Con cuidado, abro la ventana y salgo al pequeño balconcito, sintiendo la suave brisa de la noche envolverme el torso desnudo. Aprieto la mandíbula cuando un extraño sentimiento de nostalgia se instala en mi pecho, gobernando cada centímetro de él.

¿Cómo se deja de pensar en alguien?

Apoyo los codos en el barandal de madera, miro al cielo y suspiro.

—¿En qué momento comencé a sentir algo por ti, Taz?

Tan cerca de la luna [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora