29 | A 19,537 kilómetros de la luna.

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HUNTER

El canto de los grillos es lo primero que mis oídos captan cuando abro los ojos, lo segundo es la respiración pesada de Harry que está dormido a mi costado, dándome la espalda. Frunzo el ceño al recordar lo que sucedió hace un par de minutos, y sonrío al sentir un leve ardor en la parte interna de mi trasero. Vaya, este hombre sí que sabe usar lo que tiene entre las piernas...

Me relamo los labios, sentándome en el borde del colchón.

—¿Qué hora es? —Pregunta Harry con la voz ronca, despertándose ante mis movimientos.

Tomo el teléfono de mi pantalón, que está tirado en el suelo.

—Casi las cuatro de la madrugada —murmuro.

—Dios, debería irme a casa —dice incorporándose.

Me muerdo el labio inferior, estiro los brazos desperezándome y me pongo de pie tomando mi bóxer del suelo. Me lo pongo y me giro para verlo ponerse la sudadera por la cabeza.

—¿Seguro que quieres irte? —Inquiero en un murmullo apenas audible.

Murmullo que él sí logra escuchar porque el silencio a nuestro alrededor es demasiado tranquilo.

—No quisiera, pero si tus papás nos ven así...

—Mi madre ya sabe —le digo, interrumpiéndolo.

Gira su cabeza por encima de su hombro apenas termino de pronunciar la última palabra, con los ojos abiertos de par en par. Después gira su cuerpo sobre su mismo eje y frunce el ceño.

—¿Le contaste sobre nosotros? —Pregunta, inexpresivo.

Asiento lentamente.

—Es mi madre...

—Pero acordamos que no le contaríamos a nadie de lo nuestro hasta que yo supiera bien qué quería... —Zanja, interrumpiéndome. Se deja de abotonar el pantalón para llevarse ambas manos a la cabeza—. Dios, Hunter...

—Eh —comienzo a decir—, mi madre no dirá nada. Ni siquiera conoce a tus padres, ¿de qué nos preocupamos?

—Pues sí, pero...

—Tranquilo —camino hacia él, y cuando me detengo frente a su cuerpo, le tomo las manos y le doy un beso en el dorso de cada una—. Tú tómate tu tiempo, ¿sí? Solo tú sabes cuándo decirle al mundo quién eres...

Me da un pequeño beso en los labios.

—¿Seguro que no dirá nada?

—Segurísimo.

+++

—¿Verdad que estuvo espectacular el eclipse anoche? —Inquiere Lex cuando ingresamos a la cafetería con una bandeja de plata en las manos. Jason aprieta los labios, encogiéndose de hombros.

—No lo sé, la habitación del tipo que conocí en Grindr no tenía ventanas —ríe bajito.

Lexie resopla poniendo los ojos en blanco.

—¿Hunter?

La miro alzando ambas cejas.

—¿Qué pasa?

—¿En dónde andas? —Pregunta sacudiendo la cabeza—. Toda la mañana has estado como perdido. ¿Está todo bien con Harry?

Me relamo los labios.

—Claro que...

—Es obvio que está todo bien —dice Jason incluyendo un tono cantado a la palabra «todo» al mismo tiempo que sacude su codo contra mis costillas y sonríe pícaramente, alzando una ceja coqueta—. ¿No lo notas, Lex, en serio?

Tan cerca de la luna [#1]Where stories live. Discover now