36: A 831 kilómetros de la luna.

11 2 0
                                    

HARRY

La pregunta de Hunter me toma totalmente por sorpresa haciendo que me demore varios minutos en encontrar una respuesta que darle. Y no debería de ser así. No. Porque mi corazón ya está decidido a aceptar quien soy, pero mi mente... aún tiene dudas, si soy sincero. ¿Y si solamente me estoy dejando llevar porque hay una atracción en todos los sentidos por Hunter? Digo, lo quiero, y mucho, pero... ¿y si solamente es con él? ¿Y si por alguna obra del destino nos separamos y no siento lo mismo con ningún otro chico?

Lo miro y me devuelve la mirada, esperando mi respuesta.

Y dudoso, asiento.

—Entonces si estás seguro de quién eres realmente... ¿por qué no decir toda la verdad de una vez por todas? Puedo estar a tu lado en el proceso de la confesión y puedo estar contigo en todo lo que venga después, pero...

—No. —Lo corto.

—¿No qué?

—No estoy listo.

—Pero...

—Prometiste darme tiempo, Hunter, no puedes presionar a las personas a hacer algo que no saben cómo hacer nada más para satisfacer tu felicidad propia.

No tengo ni la menor idea de dónde me han salido esas palabras, mi boca ha hablado sin pensar. Y sé que ha sido un golpe fuerte porque la mirada preocupante de Hunter se torna seria, haciendo que el remordimiento me invada por completo. Me aclaro la garganta para decir algo más, pero él se adelanta.

—Tienes razón, completamente. —Traga saliva—. Lo lamento.

Frunce los labios y agacha la mirada.

Doy un paso hacia él y lo tomo de la barbilla.

—Ey, tranquilo —lo obligo a mirarme—. No quería decir eso, es que... todo esto me sobrepasa a veces y me abruma visualizar las consecuencias que vendrás en el futuro cuando confiese toda la verdad. No sólo debo pensar en mí, también tengo que pensar en mis padres que no están teniendo su mejor racha actualmente... Y traerles un dilema más no es precisamente lo que quiero.

—¿Qué pasa con tus papás?

Suspiro.

—Mamá al fin decidió dejarlo, la noche que fuimos a la pequeña feria me llamó de camino a tu casa y me dijo que ha comenzado con los trámites del divorcio... Y la verdad me alegro por ella, me alegro porque al fin decidió dejar al inútil machista de mi padre...

—Taz... —Murmura Hunter posando una de sus manos en mi mejilla—. ¿Y qué harás tú? ¿Vas a quedarte en casa con tu padre?

Asiento.

—Por lo pronto sí, buscaré alguna beca interesante en alguna universidad para solventar los gastos académicos y un empleo para ahorrar un poco de dinero y así buscar un departamento en donde vivir. No lo sé, aún estoy pensando en lo que haré.

—Entiendo...

—En fin, ¿podemos olvidarnos de todo un rato? Necesito despejar la mente.

—¿Y qué sugieres para lograr eso?

Una chispa se enciende en mi interior al escuchar el tono atrevido con el que pronuncia esa pregunta, también soy consciente del paso que da hacia mí sin despegar su mirada de mis labios. Sé que tenemos muchas cosas de las cuales hablar, lo entiendo a la perfección, pero también sé que nuestros cuerpos se necesitan uno al otro y eso no podemos negárselo en lo absoluto. Las pulsaciones de mi corazón comienzan a acelerarse cuando acerca lentamente su rostro al mío para unir nuestros labios en un beso cargado de energía y emociones, y un escalofrío me recorre el cuerpo cuando desciende la mano que tenía sobre mi mejilla hacia mi pecho, para después trazar un camino descendente invisible hacia mi ombligo... y seguir así hasta detenerse en el bulto de mi entrepierna encima del pantalón.

Tan cerca de la luna [#1]Where stories live. Discover now