Capítulo 26

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Amity Blight

¿Qué diablos hacía Amelia sentada en MI lugar?

Como era obvio, no podía acercarme a reclamarle algo tan tonto como el perfecto lugar a lado de luz, la ventana, la calefacción...

¡Al diablo con eso!

¡Que no pueda ir no significaba que no me impedía querer morir de rabia!

Para colmo, la genial profesora de literatura decide enfermarse de gripe JUSTO HOY Y FALTAR.

¿Cuantas veces me ha enviado mi madre a la escuela teniendo fiebre? Exacto, muchas.

«Tranquila Blight, relaja tu trasero » —Recordé la típica frase de Willow.

Quizás tienen que hacer un trabajo práctico juntas y como ayer falté, debieron hacerlo juntas. Además... Luz no se sentaba ahí desde hace semanas, claramente la razón era que no quería hablarme.

Aún tengo mis dudas de por qué estaba molesta, quizás luego le...

«¡Oh maldita perra! » —Me mordí el labio al ver como la chica de cabello verde claro ponía su mano en el hombro de mi amiga y reía

«¿Quien rayos se ríe así? Parece una foca. Ok, debo calmarme, ¿Qué diría Garcia Lorca? »

Respiré profundamente evitando mirar hacia aquella dirección.
Si debía ser sincera, sí.. Tenía celos.
¡Y no me gustaba tenerlos! Es horrible, es como tener una opresión en el estomago que no te deja tragar ni tu propia saliva.

¿Y quieren saber que es lo que más me enoja? ¡Luz nisiquiera se ha dignado en girarse a mirarme o decirme "Oye, ya no me agradas, bye"!

¡Me siento sumamente bipolar!

Ahora siento ganas de golpearla, pero ganas de abrazarla y darle mimos por toda la cara...
Digo. ¿Qué?

Luz Noceda... Un nombre que su sonido puede compararse con el mismísimo sonido de la brisa mañanera, el brillo que sus ojos ganan cuando habla de algo que la apasiona, la suavidad de su cabello podría ser comparada con la seda y la calidez que causa en mi pecho podría compararse con todas las cosas bellas que he visto u oído a lo largo de mi vida.

El canto de las aves por las mañanas, la inmensidad del cielo y sus estrellas, el bello color del amanecer....

Si siguiera nombrando todas las cosas que causan una calidez en mi pecho tal y como lo hace la chica morena y unos hipnotizantes ojos marrones...

Solo tengo la conclusión de que Luz Noceda podría acabar conmigo si tan solo se lo propusiera, ella si quisiera podría ser la jueza de mi sentencia y la verduga de mi condena...
Es impresionante el poder que puede tener una persona sobre otra, y algunos sin ser concientes de este poder e incluso lo que podría causar...

Lo único que me quedaba era mirarla con adoración hasta que ella decidiera aunque sea mirarme por la milésima de un segundo...

«Debo mantenerme concentrada... »

Saqué mi libro de la buena bruja Azura y aspiré profundamente aquél raro pero cautivante olor que tenían las hojas de aquél atrapante libro.
Empecé a leer para intentar distraerme completamente de lo que pasaba a mi alrededor.

Dos minutos después

¿Cuanto pasó?

Parece una eternidad lo que llevo leyendo este párrafo sin entender lo que dice.
Y no es porque no sepa leerlo, es porque no puedo concentrarme en ello...

El Deseo De Amar Para Siempre | LumityWhere stories live. Discover now