Capítulo 59

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Narrador Omnisciente
Diciembre 2014

Una morena se tapaba la cara con su brazo sin saber donde estaba, el canto de los pájaros dejaba en claro que ya era de día... aunque por su parte lo único de lo que tenía certeza de que había tenido una noche llena de emociones y diversión. ¿Qué otros planes podría tener alguien un viernes por la noche? 

Sábanas revueltas por la cama junto a prendas esparcidas por la habitación iluminada por los rayos matutinos, creaban el perfecto ambiente que hasta un ciego sería capaz de darse cuenta que durante la noche hubo dos amantes hicieron cualquier cosa menos charlar y darse consejos. La morena abrió apenas los párpados para que sus ojos pudieran adaptarse a la luz que se filtraba por las esquinas de la cortina e iluminaba un poco el ambiente. Aunque tuvo que cerrarlos de nuevo al sentir como se le partía la cabeza de dolor; al removerse un poco en el suave colchón sintió junto a su cuerpo a ella la calidez de alguien más a su lado. No recordaba la mayor parte de la noche, solo que había salido de fiesta con Dave y que en un momento de la noche terminó apareciendo la mujer que ponía de cabeza su mundo. Así que no pudo evitar embriagarse como si fuera una adolescente en su primera fiesta. También recordaba que terminó regresando a casa con la compañía de la mujer de ojos dorados.

A pesar de que se le partía la cabeza de dolor, no pudo evitar girarse lentamente para admirar detalladamente el rostro pálido de su amante, lo pacífica y hermosa que se veía a pesar de lo hinchados que tenía los labios. Probablemente los suyos debían estar igual o peor.

Oh, Dios mío, Dave —Susurró alarmada al recordar al hombre, quien obviamente no pasó la noche con ella como había planeado en un inicio. Miró en el aparador a su lado pero su teléfono no estaba allí, por lo que tenía que revisar por todo el tiradero de ropa.

Se levantó despacio de la cama intentando no despertar a la otra mujer, pero apenas sus pies tocaron el frío piso su cuerpo se estremeció entero y se le puso la piel de gallina. Sin importar la desnudes de su cuerpo, recorrió la habitación desconocida hasta encontrar su teléfono tirado en el suelo

—Carajo... —dijo al ver como una parte de la pantalla de su celular estaba rota.

Entró a WhatsApp e hizo una mueca al ver que tenía cinco mensajes sin leer del hombre.

Dave ♡

Hey Luz, pasé una noche genial contigo ayer, de verdad. No sabía que supieras bailar tan bien, creo que tengo que tomar clases de baile si quiero estar a tu altura (perdón si llegué a pisarte los pies)  ¡agradezco que me des la oportunidad de salir contigo!
                                                               03:20

Y también quiero darte las gracias otra vez por haberme invitado la semana pasada a Nueva Jersey a conocer a tu familia, me siento muy halagado y afortunado; de verdad me agradó hablar con tu tía y jugar con tus primas. Son gente que vale oro de verdad.
                                                               03:20

Espero poder conocerte mucho más, porque de verdad siento cosas muy fuertes por ti. ¡Pero no quiero agobiarte con eso, solo quiero que lo sepas! 
                                                               03:21

Anoche estabas muy ebria, quería llevarte a casa pero tu amiga me dijo que no se me ocurriera, creo que no le agrado. Pero la entiendo, yo tampoco me sentiría seguro en su lugar después de todos esos casos, pero quiero aclararte que jamás se me ocurriría faltarte el respeto y mucho menos cuando estás ebria. Espero hayan llegado bien a sus casas, escríbeme apenas leas este mensaje.
                                                              03:25

El Deseo De Amar Para Siempre | LumityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora