El Deseo De Amar Para Siempre | Lumity

Capítulo 55 Parte 2/2

Amity no vio a su novia en lo que restaba de jornada; no la vio en el cambio de clase o en el descanso de cinco minutos para ir al baño. Claramente aquello no era "porque sí", y es que en ese momento Luz realmente no quería hablar con ella o sus heridos sentimientos lo harían primero y dirían cosas de las cuales se arrepentiría después.
Así que por eso prefería tener su espacio y por más que Amity intentó hablar con ella, Willow fue quien le impidió que lo haga. 
La morena tuvo su espacio hasta que acabaron las clases y tuvo que encontrarse con la Blight en la puerta de su salón esperándola impacientemente.

—¿Aún irás a mi casa? —Preguntó la chica y Luz tuvo ganas de meterle un golpe, pero como una persona civilizada, no lo hizo 

«Debe estar bromeando... »

Su cabeza le decía que le diera vuelta la cara con un rotundo NO y que su dignidad herida junto a su orgullo se sintieran mejor; pero hablamos de Luz Noceda.

—Sí 

Así que bueno, a pesar de tener el corazón hecho añicos y el orgullo herido decidió acompañarla. Lo peor o lo mejor de todo esto es que al salir de Hexside las esperaba una fuerte lluvia que claramente no fue notificada por el muchacho del clima; por lo que ninguna de las dos llevó un paraguas o su abrigo.

Así que estaba herida, triste, un poco molesta, y ahora como detalle agregado, estaba empapada al igual que su novia.

«¿Por qué mejor no me llevas de una vez, Jesús? »

—¡Jodidas noticias que no sirven para nada! —Se quejó la otra chica y la morena se sorprendió de verla decir groserías —No puedo creer que hayan dicho que habría un día soleado

Luz se limitó a hacer un sonido con su garganta como respuesta

—¿Estás enojada? —Preguntó Amity cuando su novia no emitió ningún tipo de sonido en lo que llevaban de caminata

—No —Se limitó a responder

—¿Entonces qué te pasa?

«¡Deberías imaginarte lo que me pasa, idiota! »

—No me pasa nada, Amity —Suspiró

Amity creía entenderlo todo por su tono de voz, pero realmente no entendía nada.

—¿Estás enojada porque Boscha te ofendió? —Su tono de voz se suavizó —No debes hacerle caso, es una tonta y no tiene otra cosa que hacer más que fastidiar a los demás —Trató de tomar su mano al notar que nadie estaba cerca y la morena rechazó cualquier tipo de contacto.

—No deberías tomarme la mano en público, alguien podría vernos —Imitó una de las tantas frases que la Blight solía decir en los meses que llevaban como novias

—Tú siempre eres la que me toma la mano —Frunció el ceño extrañada —Pero bien, tienes razón —Se encogió de hombros tratando de no tomarle importancia.

Y eso fue lo último que dijo hasta que llegaron a la casa de los Blight, en donde tuvo que fingir una sonrisa ya que no quería ser atacada con preguntas por los otros jóvenes.

—Y miren, hablando de las reinas de Roma —Bromeó Amelia al ver a ambas chicas entrar totalmente empapadas —¿No llevaron paraguas?

—¿Cómo adivinaste? —Dijo Amity con tono arisco

—Uy, alguien está de malas —Bufó Emira

—Hola, buenos días —Saludó la morena dejando su mochila en un rincón a un lado de la puerta

—Hola, lucecita —Lucía fue la primera en contestarle. Y la verdad, ambas se habían hecho buenas amigas desde que se conocieron

—Buenos días —Dijeron los Blight al unísono —¿Necesitas una toalla? —Los tres se miraron con una mueca al ver que pensaron lo mismo.