Capítulo 36

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2014

—¿Alguno tiene el suficiente valor de decirme quien diablos rompió esta... —Pregunté con molestia sin animarme a soltar la grosería

—¡No tenemos idea de qué pasó! —El delegado del curso negó inmediatamente

Estos niños creen que yo nací ayer.

¿Creen que si rompían la pizarra y el mueble con los examenes no me daría cuenta?

Cuando ellos van, yo ya volvía tres veces.

Pero sin embargo...
Los adolescentes son extraños, ¿Por qué mejor no evitarse un castigo y hacer un jodido examen?.
Ustedes mismos se hubieran dado cuenta de aquella "inocente travesura" (entre muchas comillas)
Zapatos marcados en la pared, prueba suficiente para saber quienes habían sido los vándalos.

No iban a salir de esta impunes ni premiados, eran unos jodidos exámenes ¡Dios mio!
O acaso creían que iba a ver que los exámenes estaban LITERALMENTE TRITURADOS EN EL CESTO DE BASURA y no iba a hacer nada. Para colmo, se robaron algunos de los artículos que compree para poder leer en las clases.

Si creyeron que iban a salirse con la suya...

Creyeron muy mal....

Estaban demasiado equivocados. Puede que sean adolescentes de casi diecisiete años; ¡Pero sus padres deberán hablar conmigo ahora!
Deberan entender que la vida no es solo travesuras y fiestas, las cosas deben pagarse cuando hacemos algo que no debemos.

Ahora... ¿Cómo se los digo?

Dejen de mentir. ¿Quiere alguno ser valiente y decir su culpa en esta situación? Porque aquí todos caeran, sin importar que no tengan nada que ver. ¡Y no! No es que soy la peor profesora del mundo ni nada de eso, soy justa; porque están cubriendo a sus compañeros que en menos de dos años entraran a una universidad, y allí si tendrán que hablar si no quieren perder su lugar feliz estudios —Expliqué con molestia en mi interior —Hablen y su castigo será leve.

Inmediatamente la mitad del curso levantó la mano.

—¿Ven como sí pueden cooperar? —Ironicé —Habla Ron —Señalé a uno de los chicos con una mano levantada

—Y-yo oí que Paul, Max y Jason estaban hablando con los estudiantes de tercer año para preguntarles como abrir el salón despues de cla-clases —Asentí cuando el chico bajó la mano y tragaba duro mirando como los chicos nombrados lo miraban con odio

—Gracias Ron. Luego te diré tu castigo —Él asintió desanimado —¿Alguien sabe algo más?

—Yo sé algo profe —Amanda se levantó de su silla —¿Puedo mostrarle algo? —Asentí de acuerdo —Los culpables fueron muy imbéciles

—Oye... —Regañé

—Lo siento —Lamentó —Fueron muy bobos de escribir sus nombres en la madera rota. Así que Matthew la tiró por el pasillo y alguien más la escondió —Señaló la puerta entreabierta

—¿Tú como sabes eso? —Cuestioné

—B-Bueno...

—¿Estabas ahí ayudando, cierto? —Ella asintió avergonzada. Suspiré guardando la calma —Sientate, luego hablaremos

—¡Profe, Amanda miente! —Exclamó Matthew —¡Ella quiere hecharme la culpa nada más!

—¡Eso no es cierto! ¡Solo quiero ser justa! —Respondió la chica ofendida

El Deseo De Amar Para Siempre | LumityWhere stories live. Discover now