Capítulo 16 |Especial

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Elizabeth Mildbreath

La vida puede ser muy curiosa y alguien de mi edad ha visto cosas que alguien adolescente no puede imaginarse..
Con tan solo sesenta y dos años he visto todo tipo de cosas.
He visto guerras, golpes de estado, robos, genocidios y castigos injustos por parte de distintas razas, religiones y gustos...

Es muy triste saber que nuestra misma especie se hace daño a si misma...
Nisiquiera los más santos son la excepción. Solía ir a la iglesia, pero simplemente me arté de ver tanta falsedad...
Sólo son personas que han hecho cosas horribles y van una tarde a hacerse las buenas personas y piensan que con tan sólo ir y finjir ser alguien que no eres, ya todo está perdonado para dios, pero no es así.

¿Donde quedó aquella frase de ama a tu prógimo?

Me lastima ver que hasta mi propia hija se convirtió lamentablemente en lo que más detesto en una persona.

Una arrogante y llena de odio en su interior.

¿Acaso son esos los valores que se les enseñan? Que el señor me perdone si he cometido errores en la crianza de mi hija, siempre di todo lo que tenía para que ella sea feliz... ¿Qué he hecho mal?

—Abuela —La voz de un enfermo Edric me llamó

—Dime, querido —Me levanté del sofá y apagué la pequeña televisión

—¿Quieres tomar té conmigo? —Preguntó dudoso

«¿Por qué no tomaría té con mi nieto? »

—Por supuesto que sí, cariño. Esas cosas no se preguntan

—Mamá se enfada si le hago un té sin permiso

¿Qué te pasó Odalia?

—Bueno... Tú madre no está aquí querido —Sonreí tomando su mano y guiándolo a la cocina

—Yo los haré —Dijo alegre

Mis nietos... Ellos aún son niños básicamente, son almas puras y que se dan cuenta de los errores de sus padres, no quiero que aquella luz en su alma se apague

—¿Azucar o Edulcorante? —Preguntó poniendo su mano en su barbilla

—Te diré un secreto —Hice ademán para que se acerqué —Yo le pongo mermelada a mi té —Él abrió la boca impresionado

—¿Mermelada? Pero... ¿Eso no...? —Me encogí de hombros restando impotencia

—Cariño, de todos modos va a pasar

—No quiero que te vayas aún... —Sus ojos se veían vidriosos

—Oh.. Cielo. Yo siempre estaré aquí —Señalé su corazón —Y aquí —Puse mi mano en su cabeza

—¿Estás tomando tu medicina?

—Si, lo hago...

—No dejes de hacerlo... Por favor

Sonreí y cerré los ojos pensativa.
Mi tiempo en este mundo estaba contado, sabía que no viviría tantos años como quería...
Cuando era niña se me diagnosticó hepatitis al igual que a mi hermana mayor, ninguna de las dos lo supo luego de ser adultas con hijos y hasta nietos...
El problema no era una enfermedad que se detectó en los años cuarenta, sino las consecuencias...

A mi hermana y yo se nos detectó cirrosis hepática, a causa de la hepatitis sin tratar.

Estuvimos en la lista de espera para un nuevo hígado mucho tiempo, lamentablemente, mi hermana no soportó tanta espera y murió a causa que su cirrosis ya había avanzado a la fase cuatro, su esperanza de vida se veía cada vez mas corta.

El Deseo De Amar Para Siempre | LumityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora