El Deseo De Amar Para Siempre | Lumity

Capítulo 62

🚫Este capítulo contiene lenguaje y actos que pueden resultar ofensivos para las personas. Si sos sensible en cuanto a estas cosas, te recomiendo no leer este capítulo. 🚫

Amity Blight
1993

Me observó de arriba a abajo durante varios segundos que parecieron una eternidad. Puedo jurar que desde su lugar, estaba juzgandome como el más insignificante insecto, me sentía pequeña frente a sus ojos inexpresivos pero aún así intimidantes.
No sé de donde saqué fuerza y valentía para fingir tranquilidad y animarme a preguntarle:

—¿Pasó algo, mamá? —Cuestioné con tranquilidad aunque en realidad estaba al borde del colapso.

Respiró hondo y sus dedos tamborileaban la mesa a la vez que sus fosas nasales se contrían con cada respiración profunda.

—Sí, tenemos que hablar. —repitió con una calma aterradora.—Y no quiero que me mientas.

—Está bien, —Accedí temerosa, —¿qué paso? —Un inexplicable dolor se instaló en mi pecho como si fuera una advertencia de que después de esa pregunta, todo en mi vida cambiaría por completo.

La mirada de mi madre se endureció junto con su expresión que pareció congelarse en puro odio cuando la respuesta a mi pregunta apareció en su mente antes de salir de su boca.

Y luego, por un segundo, mi mundo se detuvo.

—¿Eres lesbiana? —preguntó sin rodeos —Y no me mientas... encontré esto en tu habitación. —La voz de mi madre se mantuvo en el mismo tono de disgusto. De su regazo sacó un cuaderno que reconocería hasta estando ciega. Mi diario.

«¿Había revisado mi habitación? Y aún peor. ¿Leyó mi diario? »

Al oír aquella pregunta y ver mi diario en sus manos, sabía que era inutil intentar negar la verdad. Pero mi corazón se detuvo por un segundo y comencé a sudar frío.
Realmente no esperaba que revelar mi sexualidad a mi madre sería de esta forma...

—Dime que Luz no es aquella extranjera estúpida... —dijo al no oír una respuesta de mi parte.

—Ella no es una extranjera estúpida... —defendí molesta

—¡Responde!, —Exclamó perdiendo los estribos por un instante —No me mientas.

Respiré hondo y observé mis manos como si allí hubiera algo interesante.
Un sentimiento de coraje tomó lugar en mí, impulsado por el hecho de que me sentí invadida.

Pero no voy a seguir mintiendo.

—Mamá... —Quise decir con voz débil y solo entonces me di cuenta de lo aterrorizada que estaba en este momento —Te... te diré la verdad. No quiero seguir mintiendote y creo que ya es hora de ser sincera —Dije, ganando más coraje con cada sílaba que pronunciaba. —Luz... Luz Noceda es mi novia —Hablé sintiendo como un peso salía de entre mis hombros, y como si vomitara un montón de verdades encima de mi madre, sintiendo, por un segundo, tranquilidad.

Solo por un segundo...

—¡¿Novia?! —Se levantó de la silla, empujándola hacia atrás con tanta fuerza que la silla se cayó. —¿Ahora me vas a decir que de un día a otro eres una auténtica lesbiana? —expresó con tanto desdén que hizo que me encogiera completamente asustada. —¡No permitiré que en mi propia casa viva una puta lesbiana! —Me señaló.

—Mamá...

—¡Cierra la boca, asquerosa! —Gritó descontrolada. Fue entonces cuando en microsegundos ella se acercó a mí y sentí que me quemaba la piel de la mejilla izquierda.