Capítulo 68

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Luz Noceda
1993

Mis dedos temblaban mientras abotonaba mi camisa de nuevo. Lo que había sucedido hace un par de horas me había
enviado a un completo bucle. En el hospital había pensado que no la volvería a ver nunca. Verla parada frente a mí en la puerta fue como un shock. E hizo que sintiera una ira que tenía reprimida desde que me dejó sola en esa maldita habitación de hospital.

Durante todos estos días quise sacármela de la cabeza y no pensar en ella. Y ahora me siento una completa estúpida después de haberme acostado con ella.

¿Pero por qué me siento así si realmente sabía en lo que me estaba metiendo?

¿A quién quiero engañar?, sí se por qué me duele. Por supuesto que lo sé.

Es porque la amo a pesar de cualquier cosa y no puedo entender como puede casarse con él. Y de verdad no lo puedo entender... ¿enserio no siente lo mismo que yo siento por ella?, ¿ni un poco?

Mis ojos parpadearon rápidamente a causa de las lágrimas que evitaba soltar otra vez.
Mi mano tocó mi pecho queriendo sentir el latido acelerado de mi corazón, y sabía que el ritmo que ahora tenía era solo por una persona. La única persona que podía alterar un calmar mi vida con solo tenerla delante.
Pero ella ya tenía a alguien esperándola en casa, o bueno, que la esperaría por el resto de su vida. Y yo solo tendría que conformarme con los recuerdos.

Cuando terminé de vestirme, me tiré en la cama boca abajo y aspiré todo su perfume impregnado en las sábanas.

Flashback

No sé cuando me quedé dormida, pero terminé despertándome ante el continuo movimiento del colchón. Abrí con lentitud y pude divisar a Amity poniéndose su ropa. Puedo asegurar que observe sus movimientos como si fueran algo jamás visto, como si tuvieran que ser adorados.

Derrepente se levantó y caminó hacia la puerta de la habitación.

¿Acaso no se iba a despedir?

—¿Ya te vas? —pregunté lo obvio.

Su espalda se tensó al oír mi voz y se giró para verme. Su mirada no me demostraba absolutamente nada, no me miraba como si antes lo hacía... ahora solo me miraba como si no fuera nadie, como si no me conociera...

—Sí, me voy. —fue lo único que me respondió sin dejar de mirarme. Su tono de voz era imperturbable, y yo buscaba cualquier indicio que me dijera que ella sentía algo, cualquier cosa, cualquier cosa que sintiera sobre mí quería saberlo.

«Maldita. » pensé.

—¿Sólo eso vas a decirme? —reclamé. Ella me miró con una mueca que pude identificar como lastima.

¿Sentía lástima por mí?, ¿solo eso sentía?

—Yo enserio no te entiendo. Vienes a mi casa luego de haber terminado conmigo. Te acuestas conmigo y me tratas como si realmente me amaras, e incluso me haces creer que en el fondo sientes algo por mí. Pero te vas y ni siquiera eres capaz de decirme: "¡Hey, estuvo bien, pero debo irme!" —traté de imitar su voz, donde claramente fracasé. Me paré de la cama envolviéndome en una sábana. —¿Qué tengo que hacer para que me ames?

—Yo te quiero. —aseguró alejándose de mí cuando me acerqué. —Y siempre serás mi mejor amiga. Pero amo a alguien más...

Oír esas palabras me destrozaban el corazón cada vez más. Pero aún no podía entender como es que... alguien como ella se había enamorado de alguien como... él.

El Deseo De Amar Para Siempre | LumityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora