Capítulo 71

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Advertencia: Este capítulo contiene descripciones de violencia sexual que pueden resultar perturbadoras para algunos lectores. Por favor, tómese un momento para considerar si es apropiado para usted continuar con la lectura.

Si te gustaría saltarte esta parte, voy a dejar un aviso ( [...] ) en donde puedes seguir leyendo.
































Omnisciente
Londres, Inglaterra, 1993

—Voy a cambiarme... —comentó la Blight apenas cruzaron el umbral de la puerta, John no emitió señal alguna de haberle prestado atención y si lo hizo, Amity no lo notó.

Había decidido regresar mucho antes que sus progenitores a la residencia en donde estaban quedándose durante su estadía en el Reino Unido, pues John se había dedicado a beber alcohol como si su vida dependiera de ello y es por eso que a pedido, bueno orden, del padre de John, tuvo que regresar junto a su "prometido" un par de horas antes de que la reunión terminara.
No se imaginan lo difícil que fue para la ojidorada tener que compartir el mismo coche junto a alguien que olía, literalmente, a vómito; pues al parecer el muchacho no era precisamente el mejor amigo del alcohol.

Entró en la habitación, en donde por obligación tenía que compartirla con el muy ebrio John, y lo primero que hizo fue sacar el sobre de entre su escote y esconderlo en algún lugar que John no fuera a encontrarlo, no sin antes dejarle un beso al papel.
Luego se enderezó y se miró al espejo sintiendo lástima por si misma, observó las sombras poco notables debajo de sus ojos, que pesar del arduo trabajo de intentar maquillarlas, aún se veían, están el claro resultado de tantas noches en vela de las últimas semanas. Eran y serían parte del nuevo estilo de vida de la chica al parecer.

El ruido de la puerta siendo cerrada con llave la hizo salir de sus pensamientos y girarse sobresaltada, al darse cuenta que era un desalineado John se relajó un poco.

—Aún no comprendo por qué debemos compartir habitación —dijo la pelomorada.

—Porque eres mi prometida, así que deja de estar quejándote por todo. —respondió simplemente a la vez que guardaba la llave en su bolsillo. A Amity no le extrañó la actitud hostil del chico, llevaba varias semanas actuando de esa manera desde que emprendieron en viaje. Lo que realmente le pareció escalofriante y extraño era la mirada que el chico le dedicaba.

—N-No eres mi esposo como para que tenga que estar compartiendo habitación contigo. —agregó un tanto intimidada por la presencia del chico Taylor.

—Cierra la boca, zorra.

«Oh no, él realmente no dijo eso. » Pensó Amity con molestia.

El rostro femenino se puso rojo de ira.

—¿Disculpa? ¿Cómo me llamaste? 

—Zorra. —repitió con sorna.

—¡Eres un maldito! —exclamó furiosa —¡¿Por qué no te vas al infierno?!

—¿Oh, te ofende que te llamen... por... por lo que eres? —Él hablaba de manera atropellada a causa del alcohol en su sistema. Ella lo miró con los ojos llenos de ira —No me mires así, porque eso eres... una zorra que no tiene pudor de abrirle las piernas al primer bastardo que te da un poco de atención —Amity harta de su actitud se acercó a él a paso rápido, decidida a romperle la nariz de un puñetazo, cuando estuvo frente a frente a aquel muchacho al cual sentía repulsión levantó su mano y mucho antes de poder impactarla en su cara, él agarró su muñeca en el aire y la apretó con tanta fuerza como si quisiera romperla. La ojidorada chilló de dolor. —¿Qué? ¿Qué pensabas hacer, eh? —dijo con burla

El Deseo De Amar Para Siempre | LumityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora