Capítulo 3.

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LARA.

Me estoy vistiendo para el karaoke. Son las 7:30 de la noche y en media hora viene Emma, pero puedo ver en su ventana, aunque tenga las cortinas puestas, se ven las luces encendidas. Me pongo unas zapatillas negras y me levanto para verme el espejo de cuerpo completo que está al lado de la puerta del baño; llevo unos jeans oscuros, una camisa manga larga que se apega a mi torso de color crema, me coloque unos zarcillos de piedritas, y mi cabello castaño suelto. Entro al baño me coloco un poco de rubor y ubico el perfume cerca de mi cuello y presiono para que se esparza.

Escucho el timbre. Debe ser Emma. Agarro una chaqueta negra por si hace frío y mi bolso con un labial, dinero y mi teléfono. Salgo del cuarto caminando por el pasillo y ya puedo escuchar la voz de Emma. En la sala los encuentro a todos ahí, si, a mis tíos y padres. Genial, ahora seguro nos van a esperar despiertos.

—Pero que linda, nada más mírate—dice mi tía.

—Mi hija es bella ¿verdad amor? —le pregunta mi mamá a mi padre y el asiente.

—Hasta luego—les digo a todos y me doy cuenta que en la mesita hay botellas de alcohol, sip, ellos nos van a esperar bien despiertos.

Nos despedimos de todos y nos montamos en el carro, me pongo el cinturón y Emma enciende el auto.

—Déjame decirte que se te muy bien tú trasero con ese pantalón—comenta Emma con picardía.

—Muchas gracias querida prima, tu no estas nada mal—le digo, ella tiene un pantalón negro, una camisa rosa pálido que resalta sus ojos esmeraldas, unas botas con plataforma y está perfectamente maquillada—. Voy a poner música si no te importa.

Ella se encoge de hombros y suena Hallucinate de Dua Lipa y empezamos a cantar mientras pone en marcha el carro.

♪♪

Llegamos y ella estaciona el carro enfrente del bar que se llama, Perfect Place, entramos y Emma no se equivocaba, hay muchos adolescentes, universitarios y algunas familias cenando. El lugar es muy retro pero moderno, hay una tarima al final donde podría hasta tocar una banda completa; la barra está al frente de la entrada donde hay adolescentes bebiendo y coqueteando. Nos sentamos en una mesa cerca de la tarima y pedimos unas Coca-Cola al mesero que se nos acercó.

—Aquí a veces toca una banda. Suelo venir con amigos, por cierto, ahorita viene una amiga es super chévere te caerá bien—dice Emma y en eso nos trae las bebidas que pedimos.

—¿Solo una banda toca aquí? —Pregunto.

—Si, digamos que hay otra banda, pero les falta un integrante, pero una vez escuche cantar a uno de ellos y es demasiado lindo. ¡Oh! Ahí está mi amiga—le hace señas a su amiga para que se acerque, es morena, con el cabello de rizos color castaño. Se acerca y se dan un abrazo—. Sara ella es mi prima de Venezuela se llama Lara.

—Mucho gusto Lara, soy Sara, he escuchado mucho de ti—dice con una sonrisa mientras se sienta.

—Igualmente un placer, Sara ¿vas a cantar? —Le pregunto.

—¿Qué? No, yo no canto ¿qué están bebiendo? —dice agarrando el vaso de Emma y lo prueba—. ¿Enserio? Bebamos alcohol.

«Quisiera saber cómo va a conseguir alcohol si es menor de edad.»

—Bueno, solo uno, tengo que manejar— aclara Emma. Sara va por las bebidas—. Ay no, está aquí—exclama mirando hacia un lugar y le sigo la mirada, veo al par de chicas de la otra vez y una chica rubia y demasiado pálida y eso que mi prima lo es igual, está con un chico que parece el típico chico malo de un cliché, alto, cabello castaño casi rubio, tiene una camisa azul índigo que le queda muy bien. La chica se acerca al chico y lo besa, un beso apasionado, se separa de él y le sonríe y él lo hace también—. Esa es la chica que te digo, ya beso a... él—termina con un suspiro—.

Because, all I need is you. (All I Need Libro 1).  |EN EDICIÓN|Where stories live. Discover now