Capítulo 41.

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LARA.

¿Termine la secundaria?

Si.

¿Encontré lo que me apasiona?

Si.

¿Entre en la universidad?

Si.

Pero lo que amo y me apasiona no está en la universidad.


Durante el inicio del verano no quise hacer nada, mis días se basaba en, quedarme en mi cuarto acostada, a veces no comía no lo suficiente; no revise mis redes sociales para nada, no quería saber nada de nadie; siempre mantenía las cortinas cerradas y no me bañaba, así que olía horrible.

Emma trato de hacerme ver que no se iba acabar el mundo, pero en realidad no lo sentía de esa manera, más bien como... si mi universo se estaba derrumbando en pedazos y cada uno de ellos se estrellaban contra mí.

Ya a mediados de julio el verano estaba más caluroso, no paraba de bañarme por el calor.

La comida pasaba sin problemas, pero aun así estaba triste, enojada y mis mejillas acompañadas de lágrimas secas.

Seguía sin revisar mi teléfono, tanto así que ni siquiera tenía carga, estaba apagado. Emma seguía tratando de hacer que saliera, de no quedarme en mi habitación todo el tiempo.

Y ¡ah! ¿Mi habitación? Estaba hecha un desastre. La ropa estaba esparcida por el suelo, había bolsas de frituras y papeles esparcidas por el suelo. Siempre mantenía la habitación oscura, no quería nada de luz.

♪♪

Ya un año desde que conocí a Daniel y Charles, un año desde que entre a la banda y conocí a Bradley. A él no le gustaba para nada, no me quería en la banda. Aunque creo que nunca me quiso. Estos pensamientos obsesivos se hacen presente todo el tiempo ¿cómo puedo ignorarlos? Nunca fui una chica insegura todo el tiempo, pero estos últimos meses he sido muy dura conmigo misma.

La puerta de mi habitación se abre. Emma da unos cuantos pasos y cierra la puerta. Deja los dulces en el centro de la cama y se recuesta en ella, me tiende una lata y pongo iniciar a la película en mi computadora.

Solo pasan diez minutos de la película antes de que Emma hable.

—Los chicos se van dentro de dos días a Nueva York.

Las incontrolables lagrimas se acumulan en mis ojos, pero mis mejillas no duran lo suficiente estando secas. Emma me abraza, planto mi cabeza en su hombro.

—¿Cómo sabes? —El sollozo se desliza en mis labios.

—Me entere por Sara, al parecer ya todos saben que ya no estas en la banda.

Que el resto de las personas sepan no es de mi interés, lo que si me importa es que, ellos se van, vivirán juntos, grabarán discos, se presentarán en lugares, ciudades para hacerse famosos y poder lograr lo que ellos siempre quisieron, lo que yo también quería, hacer conocer su música.

—Se van el viernes en la madrugada—Emma agrega sobando mi brazo.

♪♪

Tal vez esta es una terrible idea, son las once de la noche y estoy caminando a casa de Bradley.

Me detengo en el mismo sitio donde estaba cuando vi al señor Robert montarse en su elegante auto.

Mis ojos se mueven en dirección a la casa de Bradley, no me sorprende verlo sentado en el techo de su casa abrazando sus piernas y viendo el cielo. Las pesadas respiraciones no tardan en aparecer. Puede que sea mejor irme, dar la vuelta y regresar a mi casa, porque... ¿qué casa tiene? Venir no hará que ellos cambien de opinión, no renunciaran a su presiado sueño por mí. Sin embargo, veo como en el rostro de Bradley alza sus cejas, nos quedamos un buen rato sosteniéndonos las miradas e hizo una señal con su mano y entro por la ventana a su casa, ya en minutos estaba en el porche cerrando la puerta. Yo seguía en la cera, no quiero ir a él, pero igual camine hacia él, Bradley imita mi acción.

Because, all I need is you. (All I Need Libro 1).  |EN EDICIÓN|Where stories live. Discover now