Capítulo 20.

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BRADLEY.

Apenas llegué al colegio y Lara no estaba, me pareció de lo más extraño. Le escribí y no contesto, me encontré con Charles y él también le escribió, pero no le contesto; le comentamos a Daniel y a él tampoco le contesta.

buscamos a Lara por todo el colegio, en los pasillos veo a Lucas con el teléfono, camino muy rápido hacia él. Él me ve y se acerca también, ya cuando estamos frente a frente suelto:

—¿Dónde está Lara?

—¿Dónde está Lara?

Los dos hablamos al mismo tiempo. Nos miramos serios.

—¿No sabes dónde está?—Le pregunta Charles a Lucas.

—No—contesta—, la he llamado y texteado, pero no me contesta.

—Qué raro, a nosotras tampoco —comenta Belrose.

—Pensé que estaba con ustedes —Lucas me mira.

—Yo pensé que estaba contigo —replico.

Duramos un rato mirándonos hasta que Charles habla.

—Vamos a buscar en otra parte —me toma del brazo —. te avisaremos cualquier cosa Lucas.

Él asiente y se retira.

Saco mi teléfono para enviarle un mensaje a Daniel.

Yo: Lucas no sabe tampoco de ella.

Daniel Evans: Pregúntenle a Emma.

Caminamos hasta el campo para buscar a Emma. Llegamos al campo donde están las porristas formando una pirámide.

—¡Emma! —llama Charles.

Ella voltea y las chicas que estaban atrás de ella se caen. Nos acercamos a ella.

—¿Puedes venir? —Dice Charles.

Ella asiente y se disculpa con las chicas.

—Hola ¿Cómo están? ¿paso algo? —Se inquieta.

—No, bueno si —habla Charles —¿sabes algo de Lara? Le hemos escrito y no contesta, se supone que tendríamos que vernos aquí en el colegio para hablar sobre la presentación de la otra semana.

Ella nos mira alarmada y con los ojos color jade muy abiertos.

—¿No saben? —Pregunta.

—¿Saber qué? —Cuestiono.

—Lo que paso —masculla.

—¿Qué paso? —Pregunta Charles.

♪♪

LARA.

Mis ojos me arden de tanto llorar, seguro estoy roja. Mis padres se fueron hace poco a trabajar, dejándome sola en la sala. Trate de poner una película, honestamente no le estoy prestando atención.

Suena el timbre y me seco las lágrimas que tengo, abro la puerta y son los chicos.

—Chicos—susurro secándome las lágrimas—. ¿Qué hacen aquí?

—Lara —lo interrumpe Bradley —. Ya sabemos lo que paso

Y eso es todo lo que necesito para derrumbarme en un mar de lágrimas, otra vez. Charles se acerca y me abraza.

—Todo estará Bien —me consuela.

Entran a la casa y nos sentamos en el mueble de la sala al frente del televisor.

Charles me abraza y yo recargo mi cabeza en su hombro, siento otros brazos rodearme, veo Bradley y a Daniel formar parte del abrazo. Nos quedamos un rato más así y luego nos separamos, aunque yo sigo con mi cabeza recostada en el hombro de Charles.

—Tranquila—Charles soba mi hombro.

—¿Cómo se enteraron?—Termino por preguntar.

—Emma—dice Daniel.

Asiento.

—Esto duele—digo—, cada maldito año duele. No puedo seguir—sollozo.

—No digas eso, claro que puedes—Charles soba mi brazo.

—Ella es mi mejor amiga, no puedo, ella se fue —mi respiración es incontrolable, se corta y me cuesta exhalar.

—Daniel trae agua.

Daniel corre en busca de agua, y al rato vuelve con ella, me tiende la botella y la tomo.

—Respira profundo—indica Bradley.

Hago lo que me dice y me calmo, quedamos en silencio.

—Ella murió en un accidente —hablo, los chicos me miran y hago una pausa antes de continuar —. Ella estaba regresando de su viaje en carretera, un camión se atravesó y choco contra el auto, se salieron de camino volteándose el carro, su madre iba con ella y sobrevivió, pero ella no —sollozo y sorbo mi nariz—termino llorando más que no puedo ni respirar—. No quiero, siento que la voy a olvidar y me da miedo.

Daniel se acerca y se agacha para verme a los ojos.

—Cuando tenía 8 años perdí a mi mamá —confiesa, pero me deja muy confundida —. Ella se suicidó, sufría de depresión, estuve mal, no quería comer, no quería hablar con nadie. Mi papá tuvo que criarme solo.

»Nunca olvidaremos a tú amiga como yo no he olvidado a mi madre, ellas estarán viéndonos, cuidándonos y amándonos desde nuestros corazones Lara. Así que ya no tengas miedo de si algún día la olvidaras porque eso jamás pasara.

Respiro profundo y me acurruco más a Charles.

—¿Qué vas a ver? —Pregunta Bradley.

—Ni siquiera sé de qué trata solo la puse—explico.

—Si quieres la vemos contigo.

—¿Harían eso por mí?

Ellos asienten y me dan más ganas de llorar. Los chicos proponen hacer palomitas para ver la película juntos. La terminamos de ver y deciden ver otra.

Son las doce de la noche y a mitad de la película Charles y Daniel están dormidos, estoy sentada entre ellos dos y me levanto para buscar agua en la cocina. Tomo un poco del líquido y en eso Bradley entra.

—¿Me das?—Pregunta.

Asiento y le tiendo la botella de agua.

—No sabía lo de Daniel—digo.

—Si..., estuvo mal por un buen tiempo, pero ya está bien.

Me quedo pensativa y siento unas lágrimas deslizarse por mis mejillas.

—Hey —musita —, ya no llores, has llorado lo suficiente ¿no crees?

Bradley se acerca y me abraza durante un rato, nos separamos, lleva sus manos a mis mejillas y me seca las lágrimas con sus dedos rasposos. Tiene una pequeña sonrisa y a pesar de estar a oscuras con solo la luz de afuera que entra en la ventana, puedo ver el brillo en sus ojos.

Nos miramos fijamente y mi mirada y la suya baja a nuestros labios, estamos tan cerca que nuestras respiraciones se mezclan, y no sé si fue él o yo, pero nuestros labios se unieron como si fueran uno.

Es solo una presión, nos separamos y luego nos besamos otra vez. Es tan suave, sus pulgares acarician mis mejillas, mis manos van a su pecho. Él mueve su cabeza a un lado profundizando el beso siendo tan delicado y sensual; chupa mi labio inferior sintiéndome más ansiosa por más.

En mi estomago siento como un vacío extraño, un hormigueo. Acaricia mis labios con los suyos con ternura. Puedo sentir el olor de su perfume. Sus manos van a mi cintura pegándome más a él.

Así sucedió a la luz de luna que travesó el ventanal, Bradley y yo nos besamos.

Because, all I need is you. (All I Need Libro 1).  |EN EDICIÓN|Where stories live. Discover now