Capítulo 52.

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LARA.

El backstage es ajetreado, un señor nos dirige hacia donde los chicos van a salir al escenario a cantar en dos minutos, ellos nos reciben en besos en la mejilla y abrazos, noto como Daniel le planta un beso a Emma quien está incómoda.

―Gracias por venir, en serio ―me dice Bradley al oído puesto que los gritos del público afuera no nos permiten conversar ―. ¿Estás bien con esto? ¿Te sientes cómoda? Si no lo estas puedo llamar a alguien que te lleve a tu casa...

―No, tranquilo, estoy bien, voy a estar bien. ―Le sonrío.

Bradley me mira por unos segundos que llegan a ser eternos, hasta que me sonríe con la boca cerrada, alguien lo llama y se disculpa. Siento a alguien tocarme el hombro, cuando vuelvo me encuentro con Rome.

―¿Te decidiste? ―Literalmente me grita al oído. Yo me quedo en silencio sin poder darle una respuesta correcta―. Hazme una seña cuando anuncie la última canción, si dices que si, solo entra al escenario, ¿te parece? ―Me toma de los hombros sonriendo.

―Sip.

Rome me abraza y se retira guiñandome el ojo. Ellos salen hacia el escenario con Rome saludando al público que estalla en gritos. Y en el fondo del escenario hay un chico con un teclado.

Bradley atrapa con sus dientes la púa de la guitarra, mientras se coloca la misma, el acto me sigue pareciendo muy sexi. De reojo le comparto una mirada a Emma que toma mi mano y la prieta.

―Te amo, Lara. —Emma me reconforta con una sonrisa.

Me es inevitable no soltar un bufido de manera de burla para intentar esconder el nudo que se formó en mi garganta.

―Yo también te amo. Gracias.

Entonces escucho el bajo de Daniel, si, confirmado, el bajo de Daniel suena en todo el lugar, algo que me parecía imposible de lograr, a los únicos que hasta los momentos tengo el conocimiento que logró este cometido fue Twenty One Pilots, y es porque Daniel no paraba de hablar de esto antes; también recuerdo que solía quejarse cuando alguien bajaba el amplificador, jamás toques el amplificador de Daniel.

―Mierda ―murmuro.

La canción inicia y la voz de Rome recorre mis brazos en un escalofrío.

―Emma esto es...

La puta mierda, coño.

De lo más profundo de mi surge una carcajada.

―Quiero que seamos nosotros dos. Mis ojos solo están para ti. Solo finjamos amarnos, dime que lo quieres. ―Rome nos deleita con su gruesa voz―. Piensa en lo bien que lo pasaremos. Puede ser lo que tú quieras...

Los chicos complementan a Rome en el escenario.

―Dejame ser tuyo. No seas tímida, tomame. Podríamos mentirnos y amarnos, es solo por esta noche...

Las personas los aman, adoran verlos...

La hora y media que es lo que dura el concierto ya está acabando y mis manos sudan con nerviosismo. Le había preguntado a Rome sobre qué pensaban los chicos, él dijo que ellos no tenían problema al respecto, pero que no estaban seguros de si quería hacerlo o no. Luego pregunte sobre el señor Robert, y lo único que dijo fue: «guardemos el secreto.»

―Bueno ha llegado la parte más triste del concierto. ―Todos abuchean―, la última canción. Lo sé, lo sé, lo sé.

―Pero... ―entonces Rome me mira buscando la señal.

Siento los ojos de Emma ir de Rome a mi.

―¿Lara?

La miro y asiento hacia Rome.

Because, all I need is you. (All I Need Libro 1).  |EN EDICIÓN|Where stories live. Discover now